No. Definitivamente No

-No,Definitvamente No- las palabras de su padre aun resonaban en su cabeza, despues una golpiza que seguro dejaria marcas...la razon?...simple, decirle que no queria ser la heredera y que elijiera a otro...

Sangraba, de muchos y diferentes puntos, el mas notable su ojo derecho. Se hacerco a la recepcion, pidiendo atencion, en un momento le atenderemos, sientece...

Y si, se sento...llenando con algunas gotas de sangre el suelo...

Habia llegado al hospitan con un ramo de jasmines en sus brazos, iva a visitar a una amiga que se habia enfermado reciente mente. Su largo vestido blanco con detalles violeta conbinaba con sus ojos y el pequeño bolso de mano que llevaba, con suavidad pregunto en recepcion por el cuarto de su amiga y le informaron a donde debia ir, asi que se dirigio hacia aya, paseo su mirada por la sala y se quedo helada.

una joven estaba ahi en la sala de espera, desangrandose y nadie la estaba ayudando?! acaso estaban locos?!

-por favor, ayuda!

Grito mientras se acercaba a ella, revisando sus heridas de forma rapida, en esos momentos agradecia que sus padres la hubieran inscrito en un curso de primeros auxilios, saco su pañuelo y limpio suavemente la herida del ojo, notando que era bstante profunda, se mordio el labio ante ello.

- tranquila, ya te ayudo!-

Vio pasas a una enfermera con una carretilla de suministros y sin dudarlo fue hacia ella, quitandosela y pidiendole disculpas por ello, le preocupaba que la chica perdiera la conciencia por la cantidad de sangre perdida asi que empezo a hablar con ella mientras se ponia un par de guantes de goma y preparaba una inyeccion de analgesico.

-habla conmigo, dime como te llamas? cuantos años tienes? cuentame algo.

Mientras le hablaba la inyecto con el anagesico para el dolor y asi empezar a limpiar las heridas, sin importarle si se llenaba el vestido de sangre, la primera en limpiar fue la del ojo, pues se veia mas grave.

-no dejes de hablarme, cuentame algo, lo que sea!

Aun estaba perdida en sus pensamientos, como demonios le habia dicho a su padre que no queria seguir con su dinastia, Dantes hasta la muerte, lo quisiera o no, asi seria…Suspiro. Si…o era masoquista o era simplemente idiota, no podia, simplemente no se apartaria de su estigma de nacimiento, aunque no le gustara, iba a ser la heredera de todo y solo eso…la dueña tanto de la heladeria como la de la compañía…la cabeza…tendria que olvidar todos sus sueños, empezando por la pintura.

Ademas, lo sabia, su padre habia hecho algo para que tardaran la ayuda…podia, su apellido tendria el poder…suspiro cansada, empezando a sentir el sabor metalico en su boca.

La vista de su ojo estaba nublada por la sangre, eso y por el dolor, dolia, y mucho, todas sus heridas, cada una peor que la anterior, algunas de latigo otras quemaduras, desde profundas hasta superficiales…todo, absolutamente todo sangrando.

Escucho la voz de alguien…lejana, no sabia bien que pasaba…le miro, con su ojo “bueno” tapado por su cabello, no creia que fuera enfermera, su vestimenta decia que era alguien que ni siquiera trabajaba ahí.

-Aki…- dudo decir su segundo apellido, pero, viendo lo que el negarlo le hacia…empezaba a ser inebitable decirlo.-Aki Dantes…- Murmuro, en parte no creia que se mantubiera despierta, su vista se le empezaba a nublar, no solo por la sangre, si no por la perdida.-20…- murmuro, entrecerrando su ojo…

Odiaba su familia, pero, después de todo…ella tendria la culpa, y cuando viera a su padre de nuevo…el seria el inocente y ella la culpable, ante todos, después de todo ella lo proboco.

-Que te pudo contar…- rio un poco, amargamente, no sabia que decir en ese momento y un “estoy mal” era mas que obvio.

Empezo a poner una crema para las quemaduras, para luego seguir con los vendajes y pasar a la siguiente herida, ahi, en medio de la sala de espera, trabajando una herida a la vez con la mayor prisa posible, pero sin dejar un trabajo mal hecho, aun asi, trataba de mantener atencion en lo que la chica decia.

-cuentame cualquier cosa, no se, que has hecho en esta semana? que piensas hacer la semana que viene? tu sigue hablando.

Con alivio veia que su trabajo progresaba, pero lo que le molestaba era ver que la gente del hospital solo pasara de largo, como era posible!

- acaso son de piedra o no son doctores?! donde quedo el juramento de Hipocrates?! - les gruño enojada mientras seguia con su trabajo, limpiando y vendando heridas, los montones de gasas y algondon manchado en sangre se acumulaban a su lado, se habia arrodillado a un lado de la pelinegra por lo que su vestido blanco se habia manchado de sangre profundamente, pero nisiquiera lo habia notado.

-Tienen miedo- murmuro ante el comentario de los doctores, y era sierto, no era su culpa…

Quiza si, habia un juramento, pero, quien en su sano juicio arriesgaria el trabajo, y tal vez, hasta su vida…Jun quiza lo haria…pero, Jun no estaba, ni siquiera sabia donde demonios trabajaba…

-No te preocupes, no morire- Dijo con cierto desgano, en ese mismo momento pensaba que hubiera sido mejor quedarce en su cuarto, escondida, dejando que las heridas se cerraran solas…Siempre habia sido asi, desde niña, su madre la protegia y su padre…bueno, el la odiaba. Pero, daba igual, era la unica…era la “hija prodiga” y eso le daba le privilegio de no morir, solo…vivir llena de golpes…como fuese, nunca la matarian…al menos no hasta que les sirviera.-Ademas, te mancharas- Sonrio levemente, empezaba a sentirce adormecida…Al menos gracias a las atenciones de la chica, sangraba menos...

Se detuvo unos segundos, mirando a la chica, miedo? miedo de que? no se le ocurrya ninguna razon por la cual alguien no ayudara a alguien herido, rapidamente siguio su trabajo, era un alivio ver que ya le faltaba poco.

- miedo mis polainas! es algo completamente ridiculo que una persona se muera desangrada en la sala de espera de un hospital, si esto sigue asi entablare una demanda a este hospital por negligencia medica! - dijo molesta mirando feo a los medicos, quienes empezaban a acercarse a ella, algo temerosos de sus palabras.

-no, claro que no moriras, eres fuerte para eso verdad?- le sonrio mirandola- el vestido? no importa, no pasa nada....oye, no, no,, no te duermas!...oye!

Cuando vino a darse cuenta, los doctores habian reaccionado por fin, tomando a la pelinegra y poniendola en una camilla, aunque apreto los dientes de enojo, justo cuando ya casi todo el trabajo estaba hecho reaccionaban! era ilogico! tomo el ramo de flores que tenia con ella y se fue en direccion del cuarto de su amiga, sin percatarse que por error los doctores se habian llevado su cartera junto con la pelinegra, pensando que era de ella y por llevar las flores ella no se dio cuenta que le hacia falta.

Se asomo al pasillo viendo a la chica irse en la camilla y solo pudo despedirse moviendo su mano antes que una puerta se cerrara.

Rio un poco, demanda…si, podia, que le hicieran caso era otra cosa, suspiro, el apellido y su padre conocia a muchos, no harian caso, lo sabia…tal vez solo seria un bache, pero, no lo cerrarian.

-Soy fuerte…creo serlo- lo ultimo lo dijo en un susurro, casi inaudible…realmente, ni ella lo sabia, que tan fuerte seria, bueno, estaba acostumbrada a desangrarce…

No era que moria, ademas…no conocia a la persona, no recordaba haberla visto, pero, tampoco sabia su nombre…

Poco después solo se sintio ser llevada a la camilla, ya perderia la suficiente sangre?...sonrio de lado, su padre era un maldito, pero, eso le ayudaba a sus negocios, y?...bueno, eso no importaba, perderia a todos, pero, a ella la tenia atada. Literalmente. En la casa le ponia un collar, recordandole que siempre seria su...perro, aunque no le gustara...tenia menos poder que un esclavo.

Se despidio de la chica, con la mano, algo debil, supuso que necesitaba sangre, y asi fue, casi al instante que la metieron le pusieron sangre.

Perdio el conocimiento poco despues, aunque, con los cuidados medicos no fue tan peligroso

Suspiro preocupada, tomando las flores contra su pecho, tendria que hablar con sus padres acerca de ese hospital, habia sido horrible la forma en que habian reaccionado y le era imposible pensar que de verdad hubiese pasado.

dio la vuelta para dirigirse al cuarto de su amiga cuando choco de frente con alguien-ah, perdon, estaba distraida, lo siento mucho!- dijo cortesmente, no queria crear mas inconvenientes en el lugar-no, yo estoy bien gracias...es solo que una chica estaba aqui en la sala y se estaba desangrando...y nadie la atendia...yo se algo de primeros auxilios asi que hice lo que pude...y luego se la llevaron los medicos...- Realmente no podia entender que eso habia ocurrido, pero no habia duda, su vestido no mentia...

Se fijo en la recien llegada, rubia y de piel bronceada, le recordo a una surfista de las que salian en las peliculas, por sus ropas podia decir que era una doctora del hospital.

Asintio levemente, pensando en que un te le sentaria de maravilla, a veces dejaba salir su mal caracter y no le gustaba eso, ademas, parecia que la doctora tambien necesitaba algo para calmarse, sus gestos denotaban nerviosismo y preocupacion.

-gracias, es muy amable de su parte- haciendo una leve reverencia contesto a su vez- Ichimaru Yukiko, es un placer.

Tenia tiempo de sobra, ya que las horas de visita estaban lejos de acabar y sentia que habia mas en todo el asunto de lo que podia ver a simple vista. Iba a llamarle a su amiga para decirle que la esperara un momento cuando lo noto.

-...no puede ser, perdi mi bolso otra vez?- solto un suspiro cansado, siempre ponia su bolso en cualquier lado y lo perdia con rapidez, por suerte tenia algo de dinero en sus bolsillos y podria regresar a casa.

Escucho su respuesta y sonrio, tenia razon, aunque realmente lo dudaba, era muy osible que si alguien lo hubiese encontrado se lo podria haber quedado por algunas cosas de valor que tenia en el, su telefono, algo de dinero, una agenda electronica, conocia a la gente y sabia que a veces no actuaban de forma tan bondadosa, aun asi no podia dejar de pensar en que tal vez si se podia dar el caso y lo econtrase ahi.

El lugar era limpio y simple, lo que denotaba un caracter fuerte y sensillo, el oso de peluche en la mesa era lo unico que discordaba con aquello, lo que le podia decir que tal vez la doctora tenia un lado dulce que escondia. Escucho la pregunta y eso la saco de sus cabilaciones.

-tengo una amiga que esta enferma, no es nada grave pero venia a ver como seguia...- fue su respuesta mientras seguia analizando su entorno, parecia ser un sitio muy adecuado tanto para niños como para adultos, lo que decia que era una persona que estaba bien preparada para su trabajo. Yukiko podia dar la impresion de ser una bonita muñeca de porcelana, hueca pero bonita, aunque la realidad era diferente.

Volvio a sonreir, mirando a la chica se veia que su cabeza estaba en otro lugar, aun asi seguia conversando, loq ue le decia que queria olvidar algo o recordar algo, dependia que fuese el caso.

-bueno, hace poco vine a esta ciudad a estudiar, es un lugar muy bonito- Dijo con tranquilidad, tomando su te con tranquilidad.-cual es su problema? si necesita hablar puedo ayudarla...se que soy una extraña, pero siempre he sido buena para ayudar a la gente...

Era directa cuando sus instintos le decian que lo fuera, se notaba que ella se estaba ahogando, se le leia en los ojos.

La miro fijamente, era una respuesta tipica de alguien que tenia demasiados problemas, aun asi no debia insistir, si lo hacia solo lograria que la persona se cerrara, era cuestion de esperar su momento.

-hace poco que llegue a la ciudad, acabo de mudarme, si siente que quiere hablar con alguien, puede llamarme a este numero...hasta que consiga un celular nuevo- dijo riendose mientras escribia su numero y nombre en una pequeña hoja en blanco del escritorio de la doctora.

-tez clara, cabello negro y largo, ojos oscuros...se llamaba Aki, Aki Dantes- dijo tratando de recordar cualquier otro dato, se notaba que eso era lo que estaba incomodando a la rubia, era un presentimiento.

Ahi estaba la reaccion que esperaba, sabia que algo andaba mal desde que la encontro, a veces el destino nos jugaba muy pesado y esa era una muestra de ello.

-usted es doctora no? tal vez deberia ir a informarse acerca del estado de ella, los doctores no querian antenderla cuando llegue, seria bueno que le diera una revision...- le dijo con suavidad mientras tocaba su mano con tranquilidad, sonriendole como siempre. -todos tenemos derecho a rectificar nuestros errores, no cree?....vaya con ella Jun-san...- le dijo con suavidad.

-el te estuvo delicioso, muchisimas gracias, pero debo ir a ver a mi amiga y usted a la suya...son su permiso...- dijo antes de levantarse de su asiento.

Se quedo pensando un momento en sus palabras, era extraño todo aquello pero se notaba que ella necesitaba saber acerca del estado de su amiga.

-puede que a usted no....pero que tal a mi? puede escribirle una nota y yo se la puedo llevar, total, yo fui quien la ayudo y necesito saber si ella se encuentra bien!- dijo en tono teatral, dandole a entender que fingiria toda una escena de ser necesario para que la dejasen pasar.-y si aun asi no nos dejan pasar creo que podemos encontrar la manera de llegar, hay mas de una forma de pelar naranjas, usted sabe...- dijo mirando a la rubia, esperando su respuesta.

Sonrio nuevamente cuando vio que la doctora parecia animada ante su idea, asi estaba mejor.

-usted conoce mas la situacion Jun-san, asi que digame que cree que sera mas factible, la nota o colarnos de alguna forma?- si era la nota lo mas obvio seria ir a recepcion, pero si se trataba de colarse se estaba imaginando que aunque estuviese custodiada la entrada nadie le negaria la entrada a una simpatica enfermera que tuviese que limpiar las sabanas, menos si esta cargaba un carrito de ropa sucia, mostrando que estaba haciendo su labor, tal vez algo de coqueteo, pero era justificable, la situacion lo ameritaba.


-usted ordena y yo obedezco, Jun-san- dijo un tanto divertida, le gustaba la idea de hacer eso, total, la visita de su amiga podia esperar, no eran amigas desde hacia mucho y no le aviso que vendria, asi que no la esperaban.

Asintio, era momento de probar que tanto se podia hacer para entrar, tomo la bata y se la puso rapidamente.

-bien...Jun, eh, espera..no tendras un traje de enfermera? es que no parezco muy profesional con este vestido- dijo señalando el suyo.-veo pasar por aqui a varias enfermeras con carretillas de ropa sucia, si el olor no te incomoda podrias meterte en uno y asi entrar al cuarto de tu amiga, si en algun momento nos dicen que no puedo entrar puedo tratar de distraer a los guardias...

Estaba tratando de pensar en otras salidas. y si el cuarto tenia una ventana con un arbol? o tal vez el aire acondicionado! todos los lugares tenian mas de una entrada y si se lo proponian lograrian entrar.