Sin dueña (priv.)

Era temprano y tras ayudar a los dueños de la tienda de Kitties con el transporte de algunas cajas estaba descansando y exponiéndose ante los diferentes clientes que pasaban a por sus futuras kitties.

De todas formas ese día tampoco esperaba que la cogieran, en su opinión siempre elegían a las kitties más adorables pero poco prácticas. Puede que ella no tubiera ese aspecto tan mono pero de todas las que había allí era de las que mejor trabajaba y su aspecto a pesar de no ser adorable era muy atractivo.

Sentada con las piernas cruzadas sumertida en sus pensamientos dejaba que pasaba el rato mientras su colita peluda se balanceaba de un lado hacia otro.

No sabia realmente porque se metia en ese lugar que le desagradaba por completo, aun asi si su instinto le dictaba aquello era por algo, caminaba de un lado a otro viendo las Kittys en los escaparates...sentia que el corazon se le partia de la pena al verlas.

Siguio caminando mientras se sentia culpable de darle falsas esperanzas a las niñas ahi, en eso se quedo parada frente a un lugar.

El viento movio su vestido blanco y su cabello mientras fijaba la mirada en una Kitty, una no tan pequeña como las otras, sintio un palpitar de corazon, ella era la razon por la cual estaba ahi? eso parecia ser.

En sus ojos habia amargura y resignacion y una vieja tristeza...si, ella era.

-hola...-dijo con suavidad, acercandose a ella

La Kitty alzó la mirada cuando alguien le habló bastante sorprendida de que fuera a ella a quien le dirigieran la palabra ya que era la primera vez que una clienta lo hacía.

Al ver a la joven muchacha que le hablaba no pudo evitar que cierto rubor subiera sus mejillas, le parecía realmente preciosa pero el tono tostado de su piel disimuló el sonrojo. Se levantó del asiente e hizo una leve reverencia.

-Buenos días.-

Le sonrio mientras contestaba la reverencia con una propia.

-buenos dias...disculpa, puedo saber como te llamas?- le pregunto con suavidad, acercandose mas a ella, llamada por sus lindos ojos aquamarina, no era todos los dias que sentia una situacion similar, era como saber que era lo que tenia que hacer antes de hacerlo.

Sabia que ese dia se llevaria a esa muchacha, lo sabia.

Se quedó quieta sin apartar sus ojos de los de ella, rara vez tenía tan proxima a una humana que no fuera una empleada del lugar y mucho menos una chica tan linda como aquella.

-Mi nombre es Victoria Romanus, encantada.-

Le contestó con una educación impecable. Nunca pensó que llegara a tener alguna vez una dueña de verdad, pero en esos momentos no dejaba de pensar que si debía tenerla querría que fuera aquella chica.

Se veia que la chica era bastante buena y educada, estando ahi encerrada era una lastima, era obvio lo que tenia que hacer.

-yo soy Ichimaru Yukiko, el gusto es mio...- le susurro mientras apoyaba sus manos en el estante, casi de puntitas para estas mas cerca de ella, casi le susurro como si fuese un gran secreto el que le iba a decir.

-quieres irte conmigo?- lo dijo con suavidad, aunque sabia que la sacaria de ahi sin importar lo que le costara.

Se le quedó mirando curiosa al ver cuanto se la acercaba y sintiendo como su corazón le daba un pequeño vuelco al escuchar sus palabras. Estaba realmente emocionada pero su semblante se mantenía igual de tranquilo.

-Por supuesto me encantaría.-

Le contestó con sinceridad dedicándole una preciosa sonrisa, la primera desde que le habían llevado allí.

Esa sonrisa lo valia, le sonrio de regreso y le hablo.

-te prometo sacarte de aqui, ya regreso.- le dijo con su sonrisa sin caerse en ningun momento, rapidamente se fue a la tienda, pagando con rapidez por ella, estaba dispuesta a pagar lo que le pidieran con tal de sacarla de ahi, siguio al empleado mientras la guiaba con la kitty, indicandole que podia salir.

-ya podemos irnos...vamos- le dijo mientras le extendia la mano para salir junto con ella.

Vio como se marchaba y la siguió con la mirada también cuando volvía. Se quedó mirando unos instantes la mano que le tendían y la tomó con timidez. Alzó los ojos mirándole y le sonrió de nuevo siguiéndola.

Por fin tenía una verdadera dueña.

Salieron de la tienda juntas, se sentia tan tranquila ahora que la chica estaba con ella, empezaron a caminar por las tiendas, se sentaron en un banquito para poder hablar.

-no se que te habran enseñado en ese lugar, pero el que te haya comprado no me hace superior a ti ni tu ama ni nada, soy Yukiko, nada mas, si?-le dijo con calma a la morena, no le gustaria que la joven la viese como un ente superior siendo iguales. -acabo de llegar a la ciudad y en realidad tengo una casa demasiado grande para mi sola, si gustas podriamos vivir juntas, aunque eso es solo en el caso que quieras, no estas obligada ni nada, entiendes?

Trataba de borrar esa....idea que les implantaban en la cabeza a las kittys que eran objetos o mascotas siendo tan humanas como cualquier otra persona.

La Kitti la miró curiosa, nunca se había topado con alguien que tubiera esas ideas o que tubiera tan en cuenta los sentimientos de las kitties; sin duda esa chica era muy buena persona.

Asintió con la cabeza antes de contestar.

-Me encantaría a vivir allí; y espero resultar útil y no lo digo por complejo de inferioridad con usted ni nada por el estilo pero que seamos o no iguales no quita que usted me haya dado la posibilidad de salir de ese sitio y espero poder ayudarla para agradecerle tanto mi compra como lo que me ofrece.-

Le dijo de forma educada y con un tono de voz sereno aunque en su interior estaba realmente emocionada.

Sonrio con dulzura a la muchacha, estaba feliz que ella le entendiera y mas todavia que estuviera de acuerdo de vivir en la casa con las otras chicas.

-no te precupes por eso, el dinero es lo de menos y era mi deber ayudarte, no podia dejarte ahi!- dijo hablando con seguridad, sabia que aunque no se lo hubieran querido dar habria encontrado forma de llevarsela de ahi.

Tomo la mano de la Kitty con las suyas, hablando con tranquilidad.

-ademas...siento que estamos....como decirlo?...conectadas...si, conectadas una a la otra, teniamos que estar juntas, no se si me entiendes.- dijo riendose, tratando de no sonar tan mistica, aunque realmente sentia que asi era, se sentia conectada a esa muchacha en mas de una forma.

La escuchó atentamente y cuando la tomó de las manos miró hacia abajo estrechándo también la suya.

-Bueno usted me ayudó... supongo que dejará que yo le ayude también.-

Cuando oyó lo último bajó la mirada a sus manos entrelazadas con las ajenas y sonrió levemente para sí.

-Si... yo también lo pienso... desde que la vi... supongo que es lo que la gente denomina como destino...-

Si, eso era, tenia que serlo.

-cierto, tienes toda la razon...bien, ahora, vamos!- le dijo con animos, levantandose pero sin soltar las manos de la morena, ahora tenia que ir con el siguiente paso a seguir.

si vas a vivir conmigo nesesitaras tus cosas!- le dijo, dirigiendose a la primera tienda departamental que vio.

Le devolvió la sonrisa y se levantó con ella.

-Yo, unicamente tengo estas ropas.-

Contestó extrañada pensando que la chica se refería a que irían a buscar sus cosas a la tienda de kittis o algo así.

Le sonrio mientras entraban a la tienda, dirigiendose a la zona de ropa para damas.

-querras decir "tenias" porque ahora mismo vamos a cambiar eso!- dijo mientras se paraba frente a la entrada del departamento de ropa. - que ropa te gusta? deportiva o mas formal?- pregunto mientras tomaba una blusa negra con un logotipo de una cabaza en ella y se la media sobre la ropa.

-creo que es muy pequeña, que talla eres Victoria-chan?- le pregunto mientras la miraba tratando de calcular su talla.

Cuando vio las intenciones de la chica empezó a negar con la cabeza.

-O! no hace falta que gaste más dinero en mí señorita Yukiko ya ha tenido más que suficiente con pagar mi compra. Además con esto estoy bien no necesito nada más, es una ropa cómoda y resistente y se seca muy rápido por lo que es facil de labar.-

Empezó a disculparse, realmente no quería ser una molestia aunque esa ropa se veía preciosa.-

Puso su mejor carita de cachorrita y se mordio el labio inferior para hablarle luego de eso.

-pero yo quiero comprarte ropa para que te veas bonita, no quieres dejame hacerlo?- trato de parecer lo mas triste posible, aunque estaba con muchas ganas de reirse, aunque la chica se negara igualmente le compraria ropa y todo lo que necesitara, no reparaba en nada cuando alguien era importante para ella.

Al verla así un placentero escalofrío recorrió todo el cuerpo de la kitti y aguantándose sus ganas de saltarsele encima en ese mismo instante contestó simplemente.

-Claro... como quieras..-

¿Como resistirse a una carita como aquella?

Sonrio alegremente al oir la respuesta positiva mirando feliz a la kitty, mientras empezaba a tomar una y otra prenda.

-genial! entonces, que talla eres?! que quieres? faldas, vestidos, pantalones?! tu dime!!- estaba realmente ansiosa de comprarle cosas a Victoria, queria que luciera como toda una reina!

-eres tan bonita que estoy segura que lo que elijas te quedara hermoso!- le dijo mientras se reia y seguia buscando mas ropa.

- Ah.. pues...-

Balbuceó dubitativa mirando las prendas que había a su alrededor. Le gustaba ver a esa chica así que emocionada pero ella estaba bastante perdida.

-No se algo cómodo y facil de llevar estaría bien... no se que talla soy. Pero bueno me probaré lo que quieras y así miramos.-

Contestó entreteniéndose en una estantería donde había una camiseta de tirantes del mismo color plateado de su cabello.

Sonrio emocionada, asintiendo vehementemente, en eso, noto que la morena miraba una blusa de tirantes que era del mismo tono que su cabello, lo que la hizo sonreir aun mas.

- vamos a empezar con esta! asi averiguaremos que talla eres! - dijo mientras tomaba la blusa y dos mas de la misma pero en diferentes tallas y guiaba a la chica a un probador. -listo, aqui podras cambairte, entra y pruebate una, veremos cual te queda bien y listo!, tendremos tu talla! - dijo mientras le animaba a entrar y probarse la ropa.

La kitti siguió la siguió hasta ese pequeño compartimento que había llamado probador. Entró con las blusas dejándolas en una pequeña banqueta que había y con facilidad se quito la camiseta de tirantes que llevaba dejando al aire sus pechos, ya que no usaba ningún tipo de sostén.

Se puso la blusa pero al no estar acostumbrada a ese tipo de ropa se la puso del revés pensando que los botones se ataban a la espalda, y no tenía forma de atarselos así que asomó tras la cortina primero las orejitas y luego una cabecita con gesto tímido.

-etto.. creo que necesito ayuda...-

Sonrio de forma comprensiva y entro junto con ella, observando su enredo no pudi ahcer otra cosa mas que reirse suavemente.

-creo que si necesitas una ayuda...veamos, hagamos esto con cuidado- mientras hablaba le ayudaba a desenredarse y a ponerse bien la blusa, en mas de una ocasion hubo un roce de pieles, completamente no intencional, pero Yukiko no pudo dejar de notar lo suave que era la piel de la kitty. -como sientes que te queda? - le pregunto mirandola, parecia que si le quedaba bien, aunque se notaba a leguas la falta de una ropa interior apropiada, por lo que se sonrojo suavemente.

Se giró mirándose por todas partes y se afirmó el pecho suavemente con las manos.

-Está bien... pero no me agarra el pecho... y es bastante incómodo.-

Dijo con total inocencia sin pudor alguno de mostrase antes desnuda frente a ella. La camiseta que llevaba de normal estaba atada de forma que también hiciera función de sostén por lo que la kitty se sentía extraña así.