Iver "Silver" Setsumata

Nombre Completo: Iver Setsumata , alias “Silver”

Raza: Kitty

Ocupación: Sirvienta…

Inclinación: neutral

Edad: 13

Características Físicas: cabello plateado, piel blanca, ojos verde oscuros, mide 1.50 de altura, sus orejas y cola también son color plata, pesa mas o menos 30 kilos

Características Psicológicas: es una chica bastante tranquila…generalmente… sonrie cada que puede, incluso en una pelea, mantiene sus sentimientos en lo mas profundo de su ser para no ser lastimada o engañada otra vez.

Gustos: Los dulces, las estrellas, el frio de la noche, estar en la rama de un árbol alto, luchar, los vestidos tradicionales japoneses

Disgustos: las ordenes, que la llamen “pequeña”, los cascabeles, la ropa occidental, el escandalo, los lugares concurridos

Historia: La pequeña Iver, nunca conoció quienes le dieron a luz, sus primeros recuerdos eran ya del orfanato donde vivió hasta que fue “adoptada” por unos hombres que resultaron ser científicos de un laboratorio. La vida de ella en el orfanato, fue uno de los pasos traumantes en su vida, ya que los demás iban tras de ella por el único motivo de que nadie la quería adoptar teniendo a veces que pelear para defenderse de aquellos que querían someterla. Una vez que se la llevaron de allí, en su corazón nació un sentimiento de felicidad y ganas de hacer lo que sea que sus nuevos “padres” le dijeran, aunque…al ver que era lo que pretendían hacer con ella, se revelo para que no le pasara lo que a muchas chicas que vio salir de aquel lugar. Los médicos al no poder controlarla, la obligaban a someterse ante aquellos torturantes experimentos, provocándole a ella eventualmente volverla mas sumisa a ratos sin saber que consecuencia traería eso en aquella pequeña chica…

Otros: gracias a los experimentos adquirió una doble personalidad que es contraria a ella excepto cuando es hora de pelear, llegando al punto de no poder parar incluso cuando el oponente esta en el suelo, siendo la unica forma de pararla el sostener su cola y se activa cuando su nivel de enojo se vuelve insoportable

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