Una cerveza, dos cervezas, tres cervezas... [Libre]

Supuestamente, a esas horas de la noche, el parque debería encontrarse en la más silenciosa de las quietudes. El viento debería soplar levemente entre las hojas de los árboles y algún que otro juguetón rayo de luna debería colarse entre las copas e iluminar tenuemente las bancas de plateado. Supuestamente.

-¡Eh, vamos, vamos! ¡Otra más!

-Neria, ya has bebido suficiente.

-¡Jooo...!

Sin embargo, ese era el panorama cada viernes: el mismo grupo de amigas, las mismas botellas de cerveza desperdigadas por el suelo y los mismos alaridos en boca de la más loca de ellas, que era la primera en caer presa del alcohol y la primera en empezar a armar escándalo (escándalo que, por cierto, no debía gustarles mucho a los vecinos, ya que de vez en cuando se veía a personas asomarse a sus balcones y gritar blasfemias. Como era de esperar, eran simple y llanamente ignorados por el grupito).

-Sólo una más, juro que es la última y nos vamooooos.

-No, ni una más.

-¡Bah!

Neria siempre había sabido que aquel parque era una buena zona para irse de botellón. El barrio era medianamente poco conflictivo, había poco tránsito y carecía de zonas peligrosas como abismos, el blanco fácil de chicas torpes y ebrias. Y, sobraba decirlo, la pasma nunca andaba cerca.

Quizás por eso emprendió una torpe caminata ella sola en dirección a un bar que se encontraba a un par de manzanas. Si sus amigas no querían dejarle beber más, ya se buscaría ella la vida. Sï, ¡claro que sí!

Y con ese pensamiento salió del parque y empezó a cruzar callejones sucios, teñidos de noche. Sin embargo, pese a que se encontraba puramente ebria, no le pasó desapercibida la silueta femenina que se encontraba en uno de ellos...

*Como de costumbre en las noches de luna, había salido rumbo al parque, a disfrutar de la soledad y un cigarrillo... pero los gritos que le llegaban desde allí le habían quitado todas las ganas de hacerlo...*

Horror... Niñas ebrias...

*Se detuvo poco antes... Bueno, si no podía ir ahí, cualquier lugar era bueno...*

*Recargando su espalda contra la pared, flexionó una pierna apoyando la suela de su bota en la misma pared, sacó de entre los pliegues de su falda su cajetilla de Seven Stars y su encendedor Zippo...*

*Tomó un cigarro, lo colocó entre sus labios, lo encendió y le dio una profunda calada... exhlando el humo lentamente...*

Neria sonrió abiertamente y se acercó a la chica tratando de mantener la compostura, y aunque le resultaba un poco difícil , podía conseguir un poco más de naturalidad que no minutos antes, cuando estaba dando alaridos en el parque. Pero de todos modos se notaba que estaba ebria. ¿Cómo no iba a notarse? Había perdido la cuenta de cuantas cervezas llevaba.

—Eh... un poco tarde para estar por aquí, ¿no? ¿Te he visto antes? —se río un poco, recargándose contra la pared al lado de la chica—. ¡Soy Neria! ¿Qué tal?

Resultaba bastante evidente que se había interesado por la chica. A fin de cuentas, las hormonas de Neria no descansaban nunca... y esa kitty (porque era una kitty, ¿no? No podía verlo muy bien por la oscuridad) se las había despertado a pesar de encontrarse ya en la bien entrada madrugada.

*Automáticamente se despegó de la pared, alejándose un poco y mirándola de frente... No solo no le agradaba que una desconocida se le acercara tan de repente... Además, esa chica olia a alcohol... definitivamente estaba muy ebria...*

- ... Qué quieres...?

*La miró con desconfianza...*

—Uuuuy —se rió divertida, imitando sus gestos y dejándose de apoyar en la pared para quedar de frente a ella también, con las manos en las caderas y una sonrisa en los labios—. Eh, tranquila gatita. Solo quería conocerte —se rió un poco, acercándose un par de pasos y rascándose la nuca—. Que no soy ninguna violadora, eeeeeh. Aunque ganas de violarte no me faltan —le guiñó un ojo, coqueta.

En todo momento había diversión y despreocupación en las palabras de Neria, pura jovialidad. Y es que no podía evitarlo. Ebria o sobria, era transparente como un charco de agua.

*La miró sin expresión...*

- Déjame en paz...

*Pasó por su lado para alejarse...*

—Eh, eh, no te enfaaades —canturreó feliz, haciendo ademán de avanzar hacia ella, pero cuando la chica pasó por su lado lo tuvo más fácil y le pasó un brazo por el hombro en actitud de camaradería—. Que no quiero estar a malas, ¡vamos mujer!

En verdad no quería que se enfadasen con ella, nunca le había gustado. Y menos una chica por la que se había interesado.

*La miró levantando una ceja...*

- Yo tampoco quiero... prefiero estar tranquila... así que te agradecería que no me tocaras...

*Con un movimiento delicado trató de deshacerse de su brazo...*

—Bueno, bueno, tranquila —respondió amigable, soltándola y alzando las palmas de las manos en son de paz—. Déjame que te compense. ¿Te apetece tomar algo? El bar está a un par de manzanas y es de lo mejorcito que hay por aquí. ¿Hace?

Cerveza, y ahora además, buena compañía. Parecía que ese era su día de suerte.

*La estudió con la mirada... Bien, no parecía una mala persona, y mientras respetara su espacio personal, una invitación no se le rechazaba a nadie...*

*Suspiró levemente...*

- Está bien, vamos...

*Esperó que caminara para seguirla...*