Otra vez aqui...-Libre-

Al principio de la tarde se había limitado a dibujar. Sentada en un banco frente al Neko Maiden Store, uso los lapices de para hacer unos bocetos y tomar nuevas ideas para un nuevo proyecto. Aún tenía negocios que atender con el representante que compraba sus obras, a no gran precio, pero bastante para subsistir. Además, aún tenía mucho que mejorar. Su tranquilidad terminó cuando una señorita se sentó a su lado con intención de conversar, pero ella no tenía gana ninguna. Se levantó, guardó la carpeta bajo el brazo y avanzó hacia la tienda sin excusarse ante la dama que la miraba perpleja.

Era un lugar extraño desde luego, llena de jaulas y dependiente, ni que decir de los clientes que hablaban, jugueteaban con su compra de un lado a otro. Había toda clase de kitties... Nunca había visto tantas juntas, pero desde que había llegado a la ciudad se terminó por acostumbrar. Casi todas trataban de llamar la atención de los compradores, no obstante, su atención se paró en una gata que se mantenía de espaldas, ceñuda. Una que tenía unos largos y bellos cabellos, aquellos que tanto anhelaba.

Avanzó en silencio ignorando al dependiente y se arrodilló junto a la cristalera que hacía de jaula. Sin decir mucho más, sacó un pequeño pedazo de papel y un lápiz. Y escribió allí:

"No estés triste, pequeña"

Olvidando el cartel que decía que no tocaran el cristal, llamó con los nudillos y apretó el papel contra el, haciendo así que ella pudiera ver lo escrito en el. Quería ver su rostro, sus ojos, la línea de sus labios.

La chica estaba centrada en su mundo, pensando en aquel error que jamás cometió…por que ¿Qué culpa tenia ella de que su ama la hubiera abandonado? No había hecho nada malo, en verdad, pero la gata pensaba que si. Suspiro levemente y entrecerró los ojos al escuchar un golpeteo en el cristal que la tenia encerrada…no quería voltear pero estaba tan cansada que golpearán el cristal para llamar su atención , que al final decidió ver quien era el que golpeteaba.

Lo primero que vio fueron unos grandes ojos color miel, muy bonitos. Si, llamaron su atención, por lo que se quedo viendo un rato el rostro de la chica que toqueteaba antes de ver algo más. Detallándolo antes de bajar la vista y concentrarse en el pedacito de papel que había pegado en el cristal, con curiosidad se acerco al vidrio con el objetivo de leer lo que decía en el…

“No estés triste” Era lo que estaba escrito en el papelito que la chica sostenía contra el cristal. No estaba segura si lo había escrito la muchacha que tenia enfrente, pero si era así… eso la alegraba un poco. Esa muchacha era la única que se había preocupado por la gata, las otras simplemente se le quedaban mirando o intentaban hablar sobre sus cosas…sobre limpieza y esas cosas. Tsuki no tenía ánimos para eso, solo quería hablar con alguien y tal vez desahogarse. Se acerco un poco más al cristal y poso sus manos sobre el vidrio, mientras miraba a la chica. No pensó en hablarle, por que había un grueso vidrio entre ellas y pues, pensó que la voz no llegaría hasta el otro lado…en cambio le sonrió levemente y asintió con su cabeza, intentado decirle que estaba bien…no estaría triste.

“Gracias” Murmuro, esperando que al chica tuviera la mágica capacidad de leer los labios. Se sentía bien...bueno, un poco mejor que antes. Que alguien se preocupara por ella, la animaba un poco.

(U: Lamento haber tardado en contestar , me enferme y ...pues, estaba enferma xD. No tenia inspiracion para nada u-u)