Saliendo del hospital al fin.. {Bianca}

Cuando la enfermera le había dicho que se hiría a la mañana siguiente Bianca se puso muy contenta, tanto que casi no pegó un ojo esa noche, estaba impaciente por salir de ese lugar. Se había despertado muy temprano y alistado para irse, se bañó y lavó el cabello vistiéndose con las prendas que la enfermera le había dado. Unos Jeans algo señidos y una camiseta corta que dejaba ver su blanco vientre. Cuando la enfermera le avisó que Karen esperaba por ella la kitty no esperó y salió a su encuentro.

No podía negar que estaba algo nerviosa por este encuentro, la chica se la llevaría a su casa. Desde hoy comenzaría una nueva vida. Caminó cada vez que más lentemente, pero cuando vió a Karen allí parada esperándola sonrió animadamente.

-Gracias... por venir por mi....- Le dijo con suavidad.

Aunque su actitud era algo tímida, su sonrisa indicaba claramente lo feliz que estaba de verla allí.

- No mucho, cuando me dijeron que saldría del hospital me puse nerviosa.- Contestó encogiéndose de hombros aun sonriéndo.

Pronto apareció la enfermera con un sobre en sus manos la cual depositó en las manos de Karen.

-Bienm aquí tiene los reportes médicos de la kitty, los exámenes y los documentos que acreditan de que usted se lleva a Bianca.- Recitó de forma casi mecánica mientras, para sorpresa de Bianca, acariciaba una aterciopelada oreja de la felina.- También incluye un documento en el que se detalla que Usted es la 3ºra perosna que se hace cargo de esta pequeña....- Mira a Karen mostrándo, por primera vez, algo de preocupación.-... Sólo tratela bien...- Y sin más se dió media vuelta y se retiró.

Bianca sonrió ante la actitud de la enfermera, al parecer el tiempo que pasó siendo su paciente logró ganarse la simpatía de esa mujer.

Miró a la enfermera con una sonrisa en sus labios antes de mirar a Karen.

-No era tan mala....sólo le daba verguenza que la vieran siendo amable con una Kitty.- Le dijo riendo suavemente.

Una ves estuvieron solas en el vestíbulo del hospital Bianca se quedó mirándo hacia todos lados tranquilamente, aunque su cola se movía algo nerviosa asus espaldas. No sabía muy bien que hacer ahora, debía salir o esperar a que Karen le dijera algo o la guiara?
Miró a Karen con curiosidad y una sonrisa amistosa.

-Hai...- Respondió moviéndo su cola nerviosa y ansiosa por salir del hospital que había sido su hogar por meses.

Miró la mano que Karen le extendía y con una suave sonrisa la tomó lentamente levantándo su mirada hast que sus ojos se enocntraron con los de Karen.

-Gracias por sacarme de este lugar....- Le dijo estrechándo la mano de la joven levemente.

No sabía como podría agradecerle tanta amabilidad, en verdad se sentía muy agradecida y lo estaría de por vida.

Para Bianca si era necesario dar las gracias, Karen la había salvado de volver a estar a la venta. Eso era algo que se lo agradecería de por vida.

- Eto.... tiene más kittys en su casa?.- Preguntó de repente, se sentía curiosa, ya que una chica tan gentil como era Karen y en la mente de Bianca, creía firmemente de que andaba ayudándo a cuanta gatita encontrara en su camino y su casa debería estar llena de ellas.

Iba a rpeguntar algo más, pero el simple hecho de salir a la calle la dejó sin aliento. Hacía meses que no pisaba la calle y, por un instánte sintió algo de pánico al verse rodeada de tantos ruidos y olores penetrántes. Sus orejas bajaron de inmediato en un intento de disminuir el ruido e inconcientemente apretó un poco la mano de Karen sonriéndo algo nerviosa.

-Hace mucho que no estaba en la calle....- Dijo tratándo de disculparse.

La respuesta de Karen no pudo más que sorprenderla, así que compraba kittys para dejarlas ir si ellas querían?....eso era raro, pero lindo. Jamás creyó que una humana pudiera ser capaz de gastar su dinero de esa forma, ya que, el comprar una kitty no era nada barato.

-Eres muy buena....- Le susurró justo antes de un enorme camión pasara a su lado ahogándo todo sonido por unos segundos.

Cuando pudo escucharla nuevamente la gentil Karen quería detenerse para darle tiempo a que le habituara al entorno. Bianca la miró con una sonrisa gentil.

-No, no hace falta.... ya me acostumbraré.- Le dijo animadamente.- Sólo es que me agarró por sorpresa, ya casi olvidaba lo ruidosa que era la ciudad.- Agregó avanzándo unos pasos sin soltar la mano de la chica tirándola suavemente invitándola a caminar con ella.

La miró con una radiánte sonrisa como queriendo darle a entender de que no se preocupara.

-Vamos...quiero alejarme de este lugar.....- Le dijo volviéndo a tirar de su mano con suavidad.-Por fin soy libre, gracias a ti....- De pronto se acercó a Karen dándole un sonoro beso en la mejilla.- Gracias....- Repitió, al parecer la kitty nunca se cansaría de agradecerle a la persona que le dio la oportunidad de recuperarse y, además, la sacó del hospital en vez de condenarla a volver a estar en venta.

Soltó una risita suave y cristalina cuando notó el sonrojo de Karen.

- No es para tanto.... sólo fue un besito en la mejilla.- Le dijo riendo guiñándole el ojos con una coquetería completamente natural e inconciente.

Siguió tomada de la mano de la otra chica mientras caminaba por la calle mirándo hacia todos lados y moviendo sus orejas en todas direcciones como si quisiera captar cada ruido en la ciudad tan concurrida a esas horas del día.

Seguía distraida mirándo hacia todos lados hasta que la voz de Karen llamó su atención.

- ¿A dónde quiero ir?.- Repitió mirándola con sus grandes ojos marrones.-....No lo sé...- Agregó en un susurro algo confusa.

No tenía dónde ir y no conocía mucho de la ciudad y las veces que la había recorrido fue cuando su primera dueña la abandonó en el parque. Pero pronto esa expresión de confusión quedó oculta por una nueva sonrisa, no iba a permitir que su nueva amiga se preocupara por cosas pasadas.

- No conozco la ciudad...¿porqué no me muestras algún lugar bonito?.- Preguntó mirándola con una encantadora sonrisa.

La gatita soltó una risa divertida al ver la sorpresa en los ojos de Karen.

- Pareces sorprendida.... he tenido dos amas....- Le dijo llevándose un dedo al borde del labio inferior de forma pensativa.- La primera necesitaba a alguien que se encargara de la casa e hiciera los mandados, por lo cual sólo salía de casa sólo a la tienda y volvía...ella tenía un problema muy serio con las apuestas y fue así como perdió la casa.- Comentó mirándo entretenida el tráfico de la calle.- La segunda... trató de darme una vida más emocionánte, tomándome como su aprendiz, pero un accidente me mandó al hospital y.... bueno.- Sonrió con tristeza, pero sólo por unos segundos.-....aquí estoy.- Sonrió nuevamente con su enérgica forma de ser.

Su sonrisa se amplió cuando escuchó que la llevaría a un lindo lugar oriéntándo sus aterciopeladas orejas hacia Karen y comenzándo a menear su peluda y larga cola con movimientos ondulantes dejándo en evidencia lo entusiasmada que estaba la gatita.

- Dónde iremos?.- Preguntó sin poder contener su felina curiosidad.

- Me vas a llevar a tu trabajo?.... no se enfadarán tus jefes?.- Preguntó de forma inocente siguiéndola y subiendo al autobus.

Se quedó por un momento parada en medio del estrecho pasillo del bus mirándo a toda esa gente que le devolvía la mirada con curiosidad...todas eran humanas, no habían kittys en el vehículo. Pero al poco rato caminó con paso decidido y con la cabeza bien erguida, mirándo algo desafiante a las que se atrevían a mirarlas con desaprovación.....poco a poco volvía a ser la kitty enérgica y orgullosa que fuera algúna vez.

Se sentó junto a Karen apoyándo un brazo en el respaldo del asiento en una actitud evidentemente algo revende, sólo con la intención a las que le miraban. Pero pronto se olvidó de esas miradas y se volvió hacia KAren mirándola con ojos grandes y entusiasmados.

- Una sorpresa?....- Preguntó sonriéndo suavemente.

Era un cambio notable en la gatita. Cuando había caminado por el pasillo se había mostrado desafiánte y hasta burlesca con las que le miraban, pero con Karen era dulce y tierna....tal vez, era una doble faceta que recién se descubría....

- Por llevarme a tu trabajo.... no sé si podré ayudar en algo allí.... y soy un estorbo?.- Preguntó sin más, viendo siempre el lado demaciado práctico.

Aunque el tema quedó en el aire cuando Karen señaló el parque de atracciones, la gatita siguió la mirada de la chica y abrió sus ojos muy grandes llenos de sorpresa al vislumbrar los juegos, sus orejas se movieron de inmediato captándo el apagado rugido de las montañas rusas y demas atracciones del parque.

- ¿Es un parque de atracciones?.- prguntó con cierto grado de inocencia mezclada de ignorancia de alguien que nunca había salido a la ciudad.