Entre jaulas de cristal

Como odio estar aqui... me siento...como un animal.. y sin enbargo no puedo irme que mala suerte... -Pense mientras halaba un poco de la cadena que sujetaba el collar de mi cuello, ciertamente desearia cualquier otra cosa a esto. Desisti de mi intento fallido de soltarme y me quede mirando por un momento las jaulas; todas estaban en buen estado pero aun asi quiero irme... Mire a mis compañeras todas ellas miraban a todo el que pasaba con la ilusion de que las sacase, creo que ya perdi esa ilusion por que todas esas personas no me inspiran la mayor esperanza.

Suspire algo sonoro antes de mover mi cola de un lado a otro para distraerme, fijando la mirada en la entrada de la tienda esperando ver llegar a alguien que me tomara en cuenta.

Un lujoso auto negro se estaciono fuera de la tienda, después de algunos segundos descendió un apuesto hombre castaño vestido de negro quien abrió la puerta trasera del vehículo para permitirme salir.
"Gracias Ethan" Dije con una sonrisa al bajar para posteriormente entrar al lugar.
Al entrar vi a las niñas y aunque había muchas lindas al parecer no había nada que me interesara
Un hombre se acerco a mi, parecía ser el vendedor de Kitties "¿Puedo ayudarla en algo jovencita?" Me pregunto con una sonrisa que en cierta me dio un poco de desconfianza o temor , gire levemente mi rostro tratando de no ver a aquel hombre a la vez que buscaba alguna niña.
De pronto mi mirada se centro en una linda chica "Si, quiero a esa Kitty" Dije mirando a aquella joven con apariencia de zorro que había logrado captar mi atención.
"De acuerdo, pero ¿Esta segura de poder pagarla?" Pregunto tirando de la cadena de la niña.

Mientras jugaba con su cola, vio llegar un lujoso auto negro del cual bajo una joven, bastante linda y a simple vista se notaba que tenia dinero.
-seguro comprara.. a alguna de las lujosas -penso con cierto pesar, asta que logro captar la mirada de la joven que admiro por un momento asta que aquella joven dijo las palabras que no espero escuchar en mucho tiempo.
-va a comprarme?... no puedo creerlo! -sonrio y estuvo a punto de brincar si no fuera por la jaula donde estaba. El encargado de la tienda se acerco a mi y habrio la jaula con algo de rapidez tomando mi cadena halandola un poco para que saliera y estirarme un poco. Mire a la joven ahora al lado del encargado y baje un poco las orejas junto con la cola que deje de mover apenas salir de la jaula.

"El dinero no es un inconveniente para mi y creo que eso es evidente ¿no lo cree?" Respondí mirando a la dulce zorrita que desde el momento en que pagara me pertenecería.
"Disculpe ¿Puede dejarnos solas?" Pregunte con tono amable al hombre acercándome a la chica y acomodando uno de los mechones de su cabello.
El mayor asintió y se retiro del lugar para darme tiempo de hablar con la niña a la cual yo aun no podía dejar de contemplar ya que en cierta forma me recordaba a uno de los animales que desde pequeña me habían atraído.
“Buen día pequeña kitsune ¿Cuál es su nombre?”

Se quedo en silencio mientras la joven hablaba con el encargado asta que esta le pidio que las dejara solas, momento en el cual se puso algo nerviosa pero aparento calma volviendo a mover la cola de un lado a otro, que no se veia mucho por su vestido blanco.

-Mi nombre es Tsuki -contesto con vos suave a la pregunta de la chica bajando un poco las orejas, inconcientemente mas como un habito.

"Tsuki... Es un hermoso nombre, yo soy Yuki Nanami pero puede llamarme Nanami-sama" Respondió dedicándole una bella y elegante sonrisa a la menor, no era una chica arrogante ni se creía superior a nadie pero le agradaba que se refirieran a ella mediante el sufijo sama debido a que así lo hacían sus compañeras de colegio de grados inferiores.

Sin esperar la respuesta de la chica y tomándola de la mano se dirigió a la caja para pagarla una vez hecho esto le quito la cadena a la niña y salio de la tienda.
"¿A donde quieres ir Tsuki-chan?"

Se sonrojo un poco ante las palabras de la joven, nunca antes alguien le habia dicho que su nombre era hermoso y francamente tampoco esperaba que lo fuera y sonrio ante la sonrisa que la otra le dedicaba dejandose llevar por ella asta donde el encargado donde la pagaron, quitandole por fin la cadena lo que agradecio enormente. Al salir de la tienca cerro un poco los ojos por la luz asta acostumbrarse a esta.

-Adonde usted guste Nanami-sama -dijo con vos dulce y un poco animada, diferente a como habia contestado antes en la tienda con algo de seriedad. Le sonrio a su dueña y se le solto de la mano adelantandose unos pasos estirandose por haber estado tanto tiempo en una jaula.

Caminaba un poco más lento que la joven de largo cabello castaño mientras la veía y pensaba en algo que hacer para que ella se sintiera cómoda a su lado, después de todo desde ahora debían aprender a estar juntas .
"Entonces me acompañaras a comprar ropa" Dijo al alcanzar a la chica. "¿Le parece?" Al percatarse de que la luz irritaba a la niña un poco preocupada busco en su bolso un estuche negro, se trataba de unas elegantes gafas de sol.
"Pontelos, esto te ayudara" Dijo con voz neutral dándole la caja.

Estaba encantada de poder estar afuera de esa jaula, tanto que casi se olvidaba que tenia dueña y se hiba corriendo para cualquier direccion; pero esto no se dio ya que escucho la vos de su dueña.

-Por mi esta bien Nanami-sama -Dijo en tono suave sonriendole, mientras la joven le tendia unas gafas elegantes. Las miro por un momento con curiosidad asta que con cuidado se las coloco ahora viendo mucho mejor ya que el sol no le molestaba en los ojos.

El joven que había acompañado a Nanami a la tienda se volvió a acercar a ellas en el auto, bajo de este y le dedico una suave sonrisa a la chica de cabello azul.
"Nanami-sama ¿Desea que la lleve a algún lugar?" Pregunto cortésmente el hombre mientras veía a la aludida con expresión neutral y abría la puerta trasera del vehículo.
"Si, llevanos a la boutique debo comprar algo de ropa para una hermosa minina" Sonrió abordando el auto donde espero que la niña subiera.

Se quedo mirando un momento entre curiosa e intrigada al joven que le habia hablado a su dueña, escuchandolo con cuidado y moviendo las orejas de cuando en cuando, pero se sonrojo cuando escucho como la llamaban, hermosa minina..

-Gracias... -susurro mas para si por el cumplido suviendose con cuidado al auto detras de Nanami, cerrando la puerta al subirse.

"Como desee, pero.. Nanami-sama, recuerde que hoy tiene practica de tennis y el recital, además de recibir algunas visitas importantes" Hablo el hombre mientras conducia.
"Lo se pero recuerda que hoy es el unico día libre que tendré esta semana y pienso complacer en todo a mi nueva y mejor adquisición" Cada día de su vida, hasta ahora era monótono y al final siempre terminaba agotada, pero al ser este uno de los pocos días en que se suponía poda descansar pensaba disfrutar cada momento.
" Tsuki-chan ¿Me acompañarias al recital?"

-Me encantaria Nanami-sama.. -Dijo sonriendo moviendo la cola de un lado a otro en señal de alegria, la verdad no esperaba que la invitase a ir con ella al recital por el contrario estaba esperando quedarse en la casa haciendo algun oficio del hogar.

Se recosto un poco en el brazo de su dueña, sin ejerser mucho peso lo suficiente como para acurrucarse un poco a esta, sonriendo levemente.

Cerro los ojos al sentir a su pequeña minina en su hombro disfrutando del calor y cercanía de la muchacha, a quien desde ahora trataría como amiga, la única que había tenido en años.
Nanami se limito a solo contemplar la belleza de la pequeña que apoyaba en su hombro y sonreír por la ternura que esta le inspiraba sin conocer el motivo, quizás por que le hacia recordar a uno de los animales que más admiraba o por la simple paz que la niña emanaba.

((Perdón por no poder responder antes, estaba ocupada y con algunos problemas u_u))

Al estar acurrucada con el tiempo se fue durmiento, con la respiracion pausada movimiendose de cuando en cuando pero sin llegar a borrar esa sonrisa de su rostro, pues el calor de su dueña le transmitia una cierta proteccion. En su sueño se relajo y llego a mover un poco la cola levemente.

"Hemos llegado, señorita Nanami" Hablo el hombre que conducía el vehículo.
Ante esto la peliazul dirigio su mirada a Tsuki pero al verla dormir solo pudo sonreír negandose a despertarla, al notarlo el muchacho estaciono el auto fuera de la mansión y después de abrir la puerta para que Nanami saliera bajó a neko.

((continua: https://kittygirls.foroes.org/mansiones-f7/mansion-nanami-t128.htm#691))