¡Sólo es diversión! [Libre, muy libre xD~]

Todo el día me la pase llorando, había tenido una horrible pesadilla sobre lo ocurrido con él. Por más que quisiera olvidar, los recuerdos me acechaban como fantasmas en la oscuridad. Me levanté a eso de las 8, decidí que no podría seguir en ese lamentable estado; por lo que me arreglue y salí a cualquier bar "por un poco de diversión". Llevaba una de mis faldas favoritas, negra con cuadros rojos. Medias veladas negras y unas bota un poco más arriba de mis tobillos. Hacía frío esta noche, por lo que me coloque un gabán, pero debajo de este una insinuante blusa roja. Dije que iba por diversión, ¿no? Ya tenía suficiente con todo, tenía los suficientes años para saber que sexo era igual a relajación; lo que más necesitaba en ese momento.

Al llegar al bar, espere durante unos minutos ya que estaba algo lleno. Cuando por fin pude entrar, me senté en la barra y pedí una bebida ligera, alguien se sentó a mi lado pero no presté atención.

[OFF: Me intriga tu pj! >w< espero q mi gatita te agrade *-*]

Nuevamente me encontraba vagueando por las solitarias calles esa noche, fantaseando de vez en vez, por lo cual me encontraba ligeramente sonrosada. Iba a paso despreocupado con mis manos detrás de la nuca, buscando algún lugar seguro y cómodo dónde pasar la noche. De pronto escuchó algo de ruido que parecía encerrado queriendo salir, me volví y vi un enorme y llamativo aviso -"Rusty Nail Pub"?- repetí -Un puuub! Nunca tuve la oportunidad de ir a uno!-

La puerta se abrió y fue mi oportunidad para entrar sin que me pudiesen detener por mi vestimenta simple de diario, una blusa con estilo de chamarra, que dejaba ver todo mi abdomen, y unos shorts negros muy cortos, no era ropa para un pub, pero igual quería divertirme un poco.

Aprovechando que había una gran cantidad de gente entrando y saliendo, pude pasar desapercibida. Y enseguida me senté en la barra, dándole la espalda al barman y recargando mis codos de la barra -Esto se ve genial!- Dije girándome y hablándole al barman, quien me observó unos momentos como tratando de descifrar qué hacía una kitty con mi aspecto en un sitio así. Al ver su rostro saqué una paca de dinero, no tan cargada -Oye, tengo dinero! No creo que sea problema ahora, o sí? Quiero un cuba libre por favor- La verdad ese dinero era lo que recolectaba de robar de vez en cuando o lo que me encontraba en las calles. El barman sólo se encogió de hombros y sirvió mi trago.

Mientras el barman estaba en lo suyo, me fijé en una persona a mi lado -Itteeeeee!!! Kawaiiiii!!- pensé al ver a esa hermosa chica. De pronto sin saber porqué me giré y le hablé -Hola, vienes seguido?- pregunté con una sonrisa algo torcida, pues dentro de mí preguntaba porqué lo había hecho, siendo yo normalmente tan cohibida ante los extraños. -Por favor Lina, qué clase de presentación fue esa!!?- Me regañé a mi misma.

"Mmm, esto esta realmente rico" - pensé, tomando un trago más de aquella bebida naranja.

De repente, alguien me hablo preguntándome si venía seguido. Ladeé mi mirada para encontrarme con una de esas neko maiden, bastante hermosa a decir verdad. Tenía una perfecta sonrisa, enmarcada por un corto cabello oscuro al igual que sus tiernas orejas de neko. Pero sin duda, todo esto se veía opacado por su bella piel, nívea como la nieve. Amaba ese tipo de piel.

Le dediqué una de mis sonrisas afectuosas antes de responderle.

- Pues no tan seguido como me gustaría. Pero creo que de ahora en adelante vendré más seguido...

Me fije en su atrevida vestimenta, una blusa que descubría su estomago completamente y dejaba ver el inicio de sus grandes senos - para ser una niña, puesto que no pasaba de los 16 años -, y unos cortos shorts que dejaban al descubierto sus inocentes piernas. Volví a sonreír, sentándome de lado dirigiendome a ella.

[OFF: ;-;... Perdón... Tareas y cosas ;o; (U)]

Lo que había dicho parecía un cumplido, y parece que había hecho efecto en mi. Mis mejillas se sonrojaron suavemente y una muy estúpida sonrisa nerviosa se dibujó en mis labios -Qué bueno... Mmm mi nombre es Bellina, pero puedes llamarme Lina... Y tú como te llamas?- Pregunté con inocencia y un poco avergonzada, era la primera vez que yo iniciaba una conversación con una persona extraña para mí, más aún una tan hermosa.