Aburrida... Alguien me compra? ;o;

En aquella tienda tan renombrada, la Neko Maiden Store, se encontraba reposando en una de las muchas vitrinas, una tierna y pequeña niña de tez clara, ojos azules y cabello, orejas y cola de un blanco azulado muy puro y llamativo. Lucía una vestimenta digna de una muñeca de porcelana, con el estilo de una maiden, era un traje de servicio negro con blanco sin mangas (sosteniéndose sólo arriba de sus pequeños pechos con unas finas tiritas), y su gorrito y guantes de juego La chiquilla parecía tenerlo todo, buena comida, buena ropa, algunos juguetes para entretenerse en la caja de plástico transparente donde estaba encerrada. Era a una de las que mejor trataban en la tienda, y sin embargo no eran de lo más simpáticos con ella. La cosa era que ya estaba aburrida y cansada de aquél encierro.

-Meow!!- Maulló intentando llamar la atención de alguien, quien fuera... Bueno, siempre y cuando cumpliera también sus espectativas, realmente no se iría con cualquiera, era una pequeña inteligente.

Tras varios maullos y alguna que otra frase similar a "Quién quiere una neko maiden?" seguida de sonrisas falsas a cada persona que pasaba frente a su vitrina, la pequeña se cansó y decidió simplemente sentarse a jugar con una de las bolas de estambre que le daban todos los días los encargados de la tienda. Su expresión era aburrida y un poco molesta, pero seguía haciendo rodar aquella colorida bola de estambres.

Caminando por la ciudad se encontró con una extraña y curiosa tienda denominada “Neko Maiden Store”. Inmediatamente se preguntó de qué trataría aquel local, por lo que no se tardó mucho en decidirse a entrar. Para su sorpresa habían muchas niñas, de diferentes tamaños y colores, encerradas en pequeñas cajas de cristal.
“Pobrecitas…” fue lo primero que se le vino a la mente. Era una crueldad a su parecer, que aquellas jovencitas estuvieran privadas a la libertad, nadie merecía estar encerrado.
De pronto un llamado interrumpió sus pensamientos. Caminó por los largos pasillos buscando de donde provenía. En el trayecto pudo ver a diferentes nekos que cantaban, lloraba y hasta insultaban. Había de todo. Pero ninguna de ellas era la que maullaba ofreciéndose. Al llegar más cerca de aquel sonido, se detuvo, llegando por fin a una caja con una pequeña niña vestida de maid la cual jugaba alegremente con una bolita de estambre. Eso le causó tanta ternura que no pudo evitar soltar una risita.

Pequeña, ¿tu eras la que lloraba hasta hace un momento verdad? –Se aventuró a interrumpirla en su juego-

Sus orejas se movieron un par de veces al captar el sonido que venía de afuera. Cuando se volvió vió a una muy linda chica hablarle a través del cristal -"Llorando?"- pensó -"Aaahh así que el maullido funcionó... Ya era hora!"- Seguía exclamando dentro de sí mientras miraba a la mujer con algo de curiosidad, pero un poco de recelo, tal vez era por eso que nadie aún la compraba, su personalidad era muy fuerte -En efecto, era yo... Pero no lloraba, sólo quiero que me saquen de aquí- admitió bajando la mirada un poco molesta, hacía horas que estaba encerrada, y sólo ese día, ya llevaba más de 1 mes en aquella tienda, y a esas horas de la noche el mes valía bastante por el cansancio.

Bostesó agotada -Disculpa.- dijo educadamente -¿Cómo te llamas?... Yo soy Sarah ¿Quieres una neko maiden como yo?- Le dijo mientras se ponía de pie dentro de la vitrina y hacía una pequeña reverencia, sosteniendo su falda con ambas manos. Pero aún así no sonreía, su expresión sólo era pacífica y cansada.

Subió su rostro y la observó curiosa mientras se erguía, rompiendo con la reverencia anterior.

-Claro, cuál es?- le dijo observándola atentamente mientras su cola se movía de un lado a otro con ansiedad, mas no la expresaba en su rostro

Pues…solo quiero que si te compro no me trates con tanta formalidad, y que en vez de ser mi propiedad seas mas como una amiga. No tengo intenciones de tratarte como un objeto ni nada de eso, me gustaría que fueras libre, siempre y cuando quieras. ¿Esta bien? Esa es mi condición.



La miro fijamente, la sonrisa se había distorsionado un poco ya que estaba hablando en serio.

[OFF: asdasdasdasd q liiinda xDD *-*]

Sus labios se entreabrieron un poco por la sorpresa y sus ojos miraban fijos los de ella. No parecía mala, ni alguien en quien no se pudiera confiar... Sin embargo para ella no era tan fácil confiar en alguien.

Aún así aceptó, asintiendo levemente con la cabeza y dedicándole una suave sonrisa de agradecimiento -De acuerdo... Muchas gracias Minato-chan- le dijo con su joven voz, esperando que aquella propuesta fuese verdadera.

(Off Rol: No me sale ser mala x3 espero nos llevemos bien :3)

Volvió a recobrar su alegre sonrisa. Estaba feliz de hubiera aceptado sus condiciones sin oponerse.

Bien, ahora regreso y te “prometo volver” en unos minutos.

Le remarcó esas palabras claramente. Quería dejarle bien en claro que en ella podía confiar, y que si había prometido sacarla de allí sin duda alguna lo cumpliría.
Se acercó hasta uno de los empleados de la tienda, señalando la numeración de la caja de su futura Neko. No tenia mucho dinero, no era alguien de familia noble ni nada por el estilo, solo una joven estudiante de clase media. Pero no fue problema, el dinero le había alcanzado y pudo terminar los trámites.
Al pagar el empleado se acercó hasta la caja quitándole el seguro, dejando libre a Sarah.
No hizo nada hasta que este se retiró. Cuando esto sucedió sonrió alegremente esperando a que la joven saliera de allí, para eso le tendió su mano. Tenia una ropa muy bonita y no quería que se le estropeara si se caía ni se lastimara.

Bienvenida Sarah, espero que seamos buenas amigas.-volvió a sonreírle, esta vez con algo de ternura-

Algo se movió dentro de ella, le daba muy buena impresión aquella dulce chica, y además se enternecía con su actitud. Le sonrió con sinceridad y en lugar de tomar su mano se inclinó hacia ella y la abrazó por el cuello para que la ayudase a bajar. Olía muy bien, y su cabello era muy suave, le agradaba que alguien tan linda física y personalmente fuese su "dueña", o más bien su amiga.

Al bajar, alzó su rostro notando la gran diferencia de altura. Sonrió de nuevo y tomó su mano, tirando de esta con ansiedad -Vamos Minato-chan!- le decía saliendo de allí casi corriendo, y ganándose las miradas de algunas maiden que aún no tenían dueña.

Al notar como sus brazos se enroscaban en su cuello se alegro. Algo de confianza ya empezaba a tenerle y eso era un muy buen comienzo. Accedió tomándola de su pequeña cintura, abrazándola y al mismo tiempo cargándola para poderla bajar. Era liviana y bajita, fácil de manejar, por lo que no tuvo mayores dificultades.
Su hermoso rostro parecía reluciente por descubrir lo que era la libertad. Sin dudas aquella seria y formal niña que vio a un comienzo le alegraría los días con su ternura y espontaneidad de su edad.
La tomó de la mano y la siguió hacia donde ella tiraba alegremente.
Ya afuera de la tienda se paró sin soltarla y la miro con la cabeza ladeada y confundida.

Y bien…¿a donde te gustaría que te lleve ahora? Hoy es una noche especial así que tu decidirás! –su sonrisa aumentó a tal punto que dejó ver sus dientes-

Se sonrojó ligeramente, pues no sabía qué hacer. A esa hora las tiendas de ropa estarían cerradas, y seguramente sólo abrirían los clubes nocturnos -a donde ella, obviamente, no podría entrar- y las tiendas de comida -como heladerías, restaurants y pastelerías- -Mmm..- dijo mientras hacía una mueca pensativa -Quiero conocer tu casa!... Y luego si quieres comemos algo- le sugirió sonriendo.

Vamos!!! te llevare a casa entonces.

Ahora era ella la que tiraba hacia un lado de la calle, indicandole el camino.

(Off: Aqui esta el tema ^^)

https://kittygirls.foroes.org/departamentos-f15/departamento-de-minato-nuevo-hogar-de-sarah-t615.htm


[TEMA CERRADO]