Todo por aburrimiento. [LIBRE]

No tenia nada que hacer, y me aburria mucho, paseando por las calles oi que habia unas termas bastante buenas, no perdia nada en ir y probar que tal estaban. Me dirigi hacia alli.

Al llegar abri la puerta de las termas, y fui a quitarme la ropa, la deje ordenada en uno de los estantes y me puse una toalla.

Me meti hasta la cintura, el agua estaba caliente, era relajante. Poco a poco fui metiendome del todo, eche hacia atras la cabeza y cerre los ojos, dejando que mi mente se relajase.

Estaba vagabundeando por las calles, hacía semanas que su ama estaba saturada de trabajo, por lo que no podía convivir con ella.

En uno de sus tantos paseos notó un lugar de aguas termales. No tenía ni un centavo en el bolsillo, así que decidió entrar sin ser vista, trepando por uno de los muros y cayendo estrepitosamente en el área de termas para chicas.

Me asuste al oir el ruido, me levante de golpe y abri los ojos. No sabia que hacer, tampoco sabia de donde venia el ruido, sali del agua y me di una vuelta por alrededor. Las termas a esas horas estaban casi vacias.

Cerca del muro, en el suelo, habia un pequeño bulto, ¿otra kitty?, penso. Me acerque hacia aquel lugar, mire ala chica, y le estire mi mano para ayudarla a levantarse.

-Hola -le sonrei timidamente- ¿estas bien? -pregunte-.

Aquella caída le había confundido algo, ni qué decir del dolor que le había causado. Se incorporó algo, levantó la vista y observó a una kitty que le ofrecía ayuda para ponerse en pie.

Movió algo las orejas, estaba algo asustada por encontrarse con aquella persona, por lo que retrocedió un poco y le observó fijo, sin decir una palabra.

La mire algo extrañada, ¿tanto miedo daba yo?...no sabia que decir en ese momento. Alomejor no queria ser descubierta, debio asustarse al verme.

-No voy a decir nada -sonrei- pero si quieres yo puedo pagar para entres -la mire- me gustaria hablar con alguien, lo que prefieras -dije-.

Luego fije la mirada en mi cuerpo, llebaba la toalla en la mano, la coji y me la puse, bastante sonrojada, con los nervios y el susto se me habia olvidado ponermela.

Parpadeó al escuchar esas palabras, parecía amigable, aunque ella no solía confiar demasiado en la gente de buenas a primeras, de hecho aún con su ama había tenido dificultades para llevarse bien. Se levantó lentamente y caminó hasta el agua, se quitó los zapatos y calcetines y después de subir un poco su pantalón introdujo sus pies en el agua.

Era una neko de pocas palabras...

Sonrio, y fue, otravez, al agua. Se quito la toalla y me metio hasta la cintura. La otra kitty parecia no querer hablar, quizas no tubiera confianza en ella.

-Esto es relajante...-dije sonriendo y echando hacia atras la cabeza-.

Se acordo del golpe de la otra y no pudo evitar soltar una risita.

-Ese golpe debio de dolerte -dije sonriendole-.

Miró a la kitty y sonrió leve, asintiendo con la cabeza. Se preguntaba porqué aquella kitty andaría por la calle sin estar acompañada de su ama, ¿sería una neko rebelde? ¿no tendría dueña? ¿Habría escapado de la tienda?

Habló en voz muy baja, apenas audiblemente.

- ¿Dónde está tu dueña?

-No tengo dueña -dije- supongo que asi es mejor...-baje la cabeza-.

Me meti mas en la caliente agua, hasta el cuello, estire las piernas y los brazos, me gustaba estar alli. Levante la cabeza y mire al cielo, tenia algo de sueño.

-¿Y la tuya? -pregunte- ¿tienes?

Asintió animadamente con la cabeza, mientras movía su cola y sonreía amplio.

- Miyuki... Es policía y todo el día está fuera de casa. Natsu vive con nosotras y también es policía. Mi familia...

Se animó bastante, quería hablarle más sobre su vida, sobre sus diversiones, pero, ¿no sería molesto para la otra?

- ¿Vives sola?

-Si -sonrei al verla tan animada-.

Me acomode en el agua mejor para poder verla. Ahora parecia mas contenta, me alegraba que tubiera familia. Yo por ahora estaba bien sola...

-¿Por que no te metes? -sonrei tiernamente- el agua esta caliente -dije-.

Movi un poco con mi pie el agua, habia vapor, no se veian muy bien las cosas que estaban lejos.

El viaje desde Japón capital había sido más largo de lo esperado y el cambio de temperatura había sido notable. Sin deshacer siquiera la maleta ni visitar su nueva residencia se dirigió a darse un baño. En Saitama solía tomarlo siempre, era relajante. Se fue a descubrir como eran los baños de su nueva ciudad. Después de desnudarse, se envolvió en la toalla de viaje y se adentró en el lugar. No había nadie, salvo dos chicas... No, no eran humanas, del todo... Tenían orejas y conversaban animadamente.

Caminó en paralelo y alejada varias metros de ella sumergió las piernas en el agua sin quitarse la toalla. Estaba muy caliente, primero debía acostumbrarse a aquel calor, sino se llevaría un mareo. Por suerte, ya estaba entrenada. El vapor le confería un velo de privacidad, así pudo observar a las dos jóvenes. Había oído hablar de ella, había visto jóvenes con orejas de gato de mentira, pero no las había visto de carne y hueso. Se decía que podían comprarse. Que banal.

La chica le ofrecía entrar al agua... Parecía tentador, sobre todo por la temperatura tan agradable que había, pero, tenía que confesarlo, le daba un poco de corte hacer aquello con ella ahí presente.

Movió algo las orejas nuevamente e hizo una mueca, como pensando en qué sería lo más correcto. Al final se levantó, se sacó el pantalón, la sudadera que llevaba y se quedó simplemente con una camisa y su ropa interior. Se introdujo lento en el agua, ronroneando repetidamente.

Sonrio al ver que entraba en el agua, me hice hacia un lado para dejarle algo de espacio, no parecia muy comoda conmigo hay delante.

-¿Se esta bien? -le pregunte sonriendo-.

Gire mi cabeza y vi a una humana, no se veia muy bien, asique tampoco me fije mucho en ella.

Despues de esto tenia que volver a ''casa'', no me hacia mucha ilusion, en el agua estaba demasiado bien como para volver, aunque, claro esta que volveria otro dia.