Serenidad (Libre)

Miércoles, 20:00 PM de la noche.

El cielo deslumbraba con sus millones de estrellas, al igual que la hermosa luna que se mostraba esa noche de cuerpo entero. Tan brillante, que no eran necesario los faroles de las calles para iluminar los caminos, una noche realmente acogedora.
Se podía escuchar como los gatos maullaban en los tejados y algunos escondidos en los callejones, era una melodía que pocos la llamarían grata e encantadora, mas bien y para el caso de Anna seria un molesto ruido provocado por esos animales que no tienen la minima cordura de cerrar el hocico cuando se les pide. Más de alguna vez ha utilizado su arma y disparado al cielo para hacerlos callar, pero ni siquiera eso ha funcionado. Aunque los proteja y no le gusta que los maltraten, detesta un poco el ruido y no le gusta que interrumpan su paz. Una paz que muy pocas veces suele tener por su trabajo. Fue así que decidió ir a descansar un poco a las termas, relajarse y no pensar en nada, ni en nadie. Le gustaba estar sola y eso deseaba en esos momentos.

-Calma…- Se decía ella misma hundiendo lentamente el cuerpo desnudo en las aguas temperadas. Quedando apoyada en un borde y dejando que el agua cubría hasta su boca, sintiendo como todo su cuerpo se comenzaba a calentar.
Tenía una mirada perpleja, observando a un solo punto del lugar, sabía que no estaba sola, pero también que nadie iba a estar hablando en voz alto o comentando cosas inapropiadas. Cerró los ojos al poco tiempo, ya que el vapor le nublaba un tanto la vista y no la dejaba ver con claridad, dejándose hundir completamente, hasta dejar la superficie del agua en completa calma.