Es una cita?{~Privado~]

Después de terminar los quehaceres con la universidad en casa, se había duchado y vestido para encontrarse con la joven. Se percató de que no habían fijado una hora exacta, así que decidió ir cuanto antes. Vestía unos pantalones ajustados, unas botas altas de un tacón afilado y un jersey de color blancuzco, de cuello vuelto. Se colocó el abrigo grisáceo y desapareció de casa cogiendo las llaves del coche.

Cuando llegó a la floristería ella ya estaba allí, sacó de la guantera algo y salió del coche, dirigiéndose sonriente hacia su nueva amiga. Ensanchó la sonrisa y besó su mejilla como hubiera hecho ayer al despedirse.

—Siento haberte hecho esperar —sacó la lengua como un guiño y le ofreció la bolsa que había sacado del coche. Dentro había una pequeña cajita, con una pinza brillante para el pelo que se había permitido comprar para ella.

Miró alrededor cogiendo una rosa roja y ofreciendosela también.

—Espero que esto pueda arreglarlo —sonrío aún tendiéndola— Una rosa para una flor.

Pagó a la mujer de la floristería que se acercaba y se retiró con ella un poco más alejada del lugar. No había pensando nada en especial para la tarde, pues no quería que fuera algo rígido. Miró hacia el cielo, impecablemente azul.

—¿Has comido ya o puedo invitarte? —sonrío con cierto entusiasmo.