Tan fastidiosa... [Libre]

¿Que haremos al volver a casa?... -Preguntó tratando de empezar un tema.

Movía su colita, contenta, afirmando al León dentro de la bolsa en la que Alyssa se lo compro.

La observo al escuchar su pregunta, pensando en qué contestarle; como es el primer día creo que lo mejor sería que descance, además que ya será bastante tarde y deberá levantarse temprano para comenzar a trabajar.

-Esta noche, solo dormir, bueno primero habrá que ordenar la ropa y los calzados, pero luego si dormir ya que mañana hay que levantarse temprano a trabajar.

Pasa un ratito nomás antes que aparezca la gatita, la cual mira a Sumomo, sonriéndole dulcemente mientras deja los vasos con jugo sobre la mesa y vuelve a retirarse.

aps... -Sonrie levemente cuando la otra le sonrie, la mesera, luego se va, lo que parece como aliviarla.- mañana... trabajar... temprano... tres malas palabras... -suspira.- muy bien... vere la mejor forma de organizarme... Alyssa... que hay en ese cuarto que no me dejaste ver?... -preguntó ahora con extrema curiosidad, antes de llevarse el vaso a la boca.

Sonrío levemente ante sus palabras, era de esperarse que no le fuese a gustar la idea de tener que trabajar, pero para eso la he contratado, para que me ayude en mi hogar y con la boutique. La miro seriamente al escucharle preguntar sobre esa habitación, volviendo mi tono de voz serio pero manteniendo la suavidad.

-Solo debes saber de ese lugar que nunca debes entrar; de todos modos no hay nada que puedas llegar a necesitar para hacer tu trabajo.

No es que quier hablarle mal, pero no puedo dejar que ingrese allí, nadie. El ambiente, algo tenso luego de estas palabras, se suaviza cuando la pequeña vuelve a aparecer esta vez con la comida, depositando los platos frente a nosotras, volviendo a sonreír como la última vez para retirarse a seguir trabajando.

Suspiró- muy bien... -se llevo algo de la comida a la boca, y se ruborizo, le había gustado.

Los ojos se le llenaron de pequeñas lágrimas, pero siguió comiendo, olvidando lo que había pasado por su mente para entristecerla.

Comienzo a comer también yo de mi platillo cuando ella lo hace, notando que unas traviesas lágrimas escapan de sus ojos desplazándose lentamente por sus mejillas. Saco un pañuelo rosa de mi cartera y lo uso para secar sus lágrimas, entregándoselo luego de esto.

-¿Por qué lloras? ¿Acaso tiene algo que ver con tu hermano?

Asintió, tomando el pañuelo entre sus temblorosas manos.- tu... tu no me abandonaras... ¿Cierto? ¿No dejaras que vuelva a ese... lugar? ¿Cierto Alyssa?... -La miró suplicante, muy asustada.

se secó bien los ojos con el pañuelo, y volvio a comer.

-Si te compré fue para que estuvieses a mi lado, por ende sería algo ilógico regresarte a ese sitio, además de que el poco tiempo que estuve allí me bastó para comprender el horrible sitio que es, no podría devolverte allí.

No se si mi respuesta sea del todo alentadora, pero es lo que me nació decir; en verdad esa tienda es un sitio al que a absolutamente nadie le deseo pertenecer, un lugar en verdad desagradable y más aún las personas, si es que así puede llamárselas, que se encuentran trabajando en ese lugar. De todos modos, si lo pensamos bien, el saber que son capaces de transformar de este modo a pequeñitas es algo ya de por si realmente aberrante.

-Come tranquila, luego regresaremos a casa a descansar.

Sonrió agradecida, y se puso de pie para acercarse a Alyssa, lentamente le tomo las mejillas, y le dio un beso en los labios, nada muy intimo.- gracias...

Volvio a sentarse a comer en paz.

Observo con semblante neutro a la pequeña, sin rechazar su beso, sorprendida interiormente por esta actitud por su parte pero que no me disgusta en lo más mínimo aunque no lo dejo ver abiertamente y vuelvo mi tono de voz suave antes de contestar.

-No tienes nada que agradecer.

Viendo que comienza a comer tranquilamente hago lo propio, degustando el exquisito platillo, pensando en una que otra cosa sin demasiada importancia.

Alyssa... -La volvio a llamar.- sigo pensando que... podrías sonreir un poco mas... si estas triste... puedes decirmelo... no tienes que estar deprimida siempre, eres una mujer madura y muy bonita, pero pareces un zombie... -Se llevo un poco de comida a la boca.

Sinceramente... me parece raro verte asi... siento un aura maligna a tu alrededor... y te vez tan deprimida... de verdad... siento que tienes la mente por otra parte... no importa como lo mire... deberías intentar vivir en el presente... en vez de regresar a tu niñez... ahí esta lo triste, ¿Cierto?... si esa es tu naturaleza, eres algo cobarde... -la miró entre seria y preocupada.

Suspiro levemente al escucharla hablar, ya he perdido la cuenta de cuántas veces desde que la saqué de la tienda ha dicho cosas por el estilo, pues ya han sido quizás demasiadas.

-Solo soy así, no tengo ningún problema con nada ni nadie; este es mi carácter y me agrada ser así, no tengo intensiones de cambiar. Mi niñez no ha sido la mejor, pero no influye en mi presente, es solo pasado que ya no importa. Puedes dejar de verme así, no soy una niña, ya soy madura, se lo que es mejor para mí y el ser así no me ha traído ningún inconveniente nunca, no lo hará ahora.

No levanto el tono en ningún momento y mantengo la voz neutra, sin demasiado sentimiento de ninguna clase de por medio, con toda la seriedad que amerita el asunto, llevando a mis labios el tenedor con la pasta enrollada en él.

Soltó una risita.- muy bien... no lo haré mas, pero me recuerdas a una canción que hablaba sobre una piscina al fondo del mar... que escuche cuando los hombres de la tienda pusieron el volumen muy fuerte...

Comio mas del plato, al momento de tragar se quedo pensativa.- al menos... si me sacaste tan decidida de esa tienda, debes ser una mujer muy valiente y fuerte... -Le sonrió divertida.- no es gracioso que sólo yo hable, si me vas a tener en tu casa al menos dejame saber mas de ti... -Le dijo poniendo morritos.

La miro con la ceja levemente alzada; ¿una piscina al fondo del mar? No recuerdo haber oído nunca una canción que hable sobre tal cosa. Bebo de mi jugo mientras la escucho hablar, recordando lo sucedido en la mañana.

-Lo hice mayormente porque no soportaba el ambiente de ese lugar, y esa persona... Mas vale olvidarlo, personas como él no merecen ser recordadas.

Pienso en que responder, que puede llegar a ser necesario que sepa, lo demás no tiene importancia.

-Creo que solo debes saber que la paciencia no es una de mis virtudes y que suelo cambiar fácilmente de humor; luego habrán cosas que irás descubriendo poco a poco, si eres buena observadora al menos.

Nunca sabre nada de ti entonces... -Suspiro.- me conformo con ser de tu agrado... -Le sonrió bonito, acabando rápidamente.- aa... estaba excelente... hacia tanto que no comia algo que me supiera bien... gracias... -Volvio a ponerse de pie, y corrio hasta Alyssa, y la abrazo.- aunque te moleste... tu me salvaste... y eso para mi no tiene precio...

Sonrío levemente al notar su resignación, terminando también lo poco que quedaba en mi plato, casi al mismo tiempo que ella, sorprendiéndome un poco cuando se acerca para abrazarme, aunque no rechazo la acción.

-Ahora ya no debes preocuparte por aquel lugar, regresemos a casa, ya va siendo hora de dormir, mañana te explicaré concretamente cuáles serán tus obligaciones.

Pido la cuenta a la mesera, luego de pagar me aseguro de no olvidar ninguna bolsa y salimos del local, parando un taxi que nos lleva de regreso a casa. Al ingresar le paso a la pequeña sus bolsas de zapatos y trajes, y voy a mi habitación para guardar los míos.

Apenas llegaron a casa recibió las bolsas y corrio a la habitación que ahora era suya. Luego agilmente corrio a la de Alyssa.- Hoy... ¿No puedo dormir contigo?... -La miro suplicante.- sólo hoy... ¡¡sólo hoy!! -Insistia sacudiendo un poco a Alyssa al acercarse a ella.- ¿Si? ¿Si? ¿Si?

Bajo las orejas y con sus delicadas manos tomo las de Alyssa.- Por favooooor... -La miro con un gesto que esperaba la convenciera.

Escucho el sonido de los pasos de la pequeña acercándose cada vez más a mi habitación, para al instante tenerla suplicando que la deje dormir conmigo. Me dejo caer sobre la cama, quedando sentada en el lugar, y suspiro levemente al verla a la cara para toparme con su mirada suplicante.

-Bien, pero solo por esta noche, a partir de mañana dormirás en tu habitación, ¿está bien?

Mientras espero su respuesta camino hacia el tocador para lavar mis dientes y ponerme el pijama; en ese momento me percato de que olvidé comprar uno para la niña y nuevamente voy a revolver el placard en busca de uno que pueda quedarle, tendiéndoselo al encontrarlo.

Waaaah!! gracias!! -Dijo entusiasmada, sonrió y no le quito la vista de encima a Alyssa, mientras movia la cola, algo fastidiosa, luego recibio el pijama, y corrio a su habitación para buscar el peluche y cambiarse. Y nuevamente, otra carrera a la habitación de Alyssa, salto a la cama.- wiii... hoy dormiremos juntaaas... como en una pijamada o algo... -Solto una risita divertida.

Mientras espero a Sumomo me ocupo de peinar un poco mi cabello, atándolo en dos trenzas para que no se me enrede durante la noche, algo que sucede siempre que olvido atarlo. Cuando la pequeña llega apenas si llego a verla de lo rápido que va, solo deteniéndose al estar sobre la cama.

-Ten cuidado de no romper nada.

Sonrío levemente, apagando la luz luego de encender la del velador, acercándome a la cama para deshacerla y acostarme, dejando el otro lado libre para que la gatita lo haga también.

Miró con ojos destellantes a Alyssa y de un salto se lanzo a la cama y se acosto junto a Alyssa moviendo la cola bajo las frasadas, mirandola muy fijamente.- me asusta la oscuridad... tienes que abrazarme... -Sonrió un tanto picara, aunque de verdad le asustaba, y por varios motivos.

La miro con una ceja enarcada ante sus palabras, ¿en serio me esta diciendo que debo abrazarla? Suspiro levemente al pensar que si no lo hago lo más seguro es que no me deje dormir en toda la noche.

-Está bien, pero espero que sea tu último capricho.

Me acerco más a la pequeña, rodeando su cuerpo con mis brazos; la diferencia de estaturas no es demasiada, dudo llegar a ser ni siquiera 20cm más alta que ella. Su cuerpo es cálido, quizás después de todo no resulte ser una experiencia desagradable.

Será el ultimo, a partir de mañana, sólo te servire... -Dijo abrazando se a Alyssa tambien.

Cerro los ojos, relajandose, respirando lentamente, hacía tanto que no abrazaba a alguien asi, estaba tan feliz por sentir de nuevo esa clase de calor. Mas que un abrazo de agradecimiento, o de que la llevaran a algun lado, ese era un abrazo, que quizo tomar como de verdad.

Noto su respiración acompasada, al igual que sus tranquilos latidos, indicando que ya se ha quedado dormida. Sonrío levemente siendo este gesto oculto por la oscuridad de la habitación, alumbrada solo por los tenues rayos de luz que se filtran por la ventana, cerrando mis ojos para dejarme llevar también a la inconciencia del sueño.



C E R R A D O
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