La rosa y la Luna -libre-

Caminaba tranquilamente por aquel lindo parque que de noche daba un aspecto totalmente diferente al de la mañana, es todo calmo, tranquilo, una belleza íntima que no todos saben apreciar. Se encontraba parada en medio de todo ese paisaje. Amaba la noche no es que la mañana fuera mala claro que no, pero en la oscuridad en ese silencio magistral, se podía ver cosas que desafiaban a la imaginación. La noche daba paso a lo prohibido, lo místico, lo oculto, el secreto y sobre todo al misterio, que es lo que más le atraía. Alzo su mirada profunda y azulada para dedicársela a su fiel amante la “Luna” que curiosamente se llamaba como ella. La aprecio por un corto plazo como suelen decir de lo bueno poco, si la observara todo los días no la apreciaría tanto, aunque no cree poder cansarse de ella tan fácilmente.

Suspiro sin razón alguna había contenido un poco la respiración, no sabe la razón pero en fin eso solo seria divagar más de lo que ya lo hacía. Se giro y camino con su típico andar elegante parece que en vez de caminar desfilaba, pero ya le era una costumbre además muy bien heredo que tenía ese andar con semejante madre. Llego hasta un pequeño banquito lo observo por un instante y procedí o a sentarse, relajo su cuerpo, estiro sus piernas y apoyo sus brazos en el espaldar. Bajo su mirada y observo sus botas de Chanel, hermosas y caras, bueno tiene dinero y pude darse sus gustos para algo trabaja después de todo, tiene esa pequeña manía por las botas.

Por fin pudo relajarse después de un día tan agotador, bueno tampoco tanto. Se levanto temprano esta mañana lo que era un crimen según ella, para poder arreglar un trato con un cineasta que quería llevar su libro “La Sonrisa Oculta” a la gran pantalla, en si no le pareció mala la idea pero debía de pensarlo, no quiere que pase como otros le ha sucedido, que no han sabido hacer una buena adaptación y la película sea todo un fracaso, de aceptarlo tendría que estar al pendiente de los guiones y todo lo que piensan hacer, pero todavía está en duda el tiempo dará su veredicto. También reunirse con la agencia a discutir la publicación y promoción de su nuevo libro “El Violinista de la Muerte”, aunque claro ignoro casi todo lo que dijeron la mayor parte del tiempo se la paso perdida en el espacio como siempre.

Pero al fin se encontraba sola, clavo su mira en algo que le llamo mucha la atención. Una rosa. Pero no una cualquiera, había muchas de lindos colore, pero solo una, una sola rosa blanca en medio de tantas. La observo y luego alzo su mirada nuevamente para ver a la luna que parecía alumbrarla sola a ella entre todas. Sonrió apenas, al parecer sería una buena noche. Desde joven decidió que esa es su flor, delicadeza y rudeza, era lo que interpretaba era una de flores más hermosa y al mismo tiempo peligrosa con sus espinas. Pero esa en especial era su favorita, la blanca su color es una mezcla de todos los colores en uno solo, le gustaba mucho y le recordó a su mamá tal vez es ella que se la dejo hay para que la recordara. Se pregunto un momento como seria las cosas si no hubiesen muerto, sería distinta o no como lo es ahora, estarían orgullosos, son dudas que jamás podrá disipar pero es inútil torturarse de esa manera, es mejor ni siquiera pensarlas aunque de vez en cuando sale a floto aun si su permiso.

Volvió a suspirar y dijo con voz suave

-Luna lunera cascabelera ojos azules boca morena- se rio suavemente de lo que dijo.
Un poema de preescolar, fue lo primero que aprendió a leer y jamás olvido, y por más raro que parezca le gustaba mucho, en la sencillez esta la calidez.

-dime querida mía, que me deparas para esta oportuna noche romance, misterio, drama o alegría será, cualquiera que elijas será bien bienviva mientras sea entretenida –se cayó un momento y agrego- al parecer ya llegue al borde de la locura hablando a un astro como si me fuera a responder-
Hizo un corto silencio y miro nuevamente a la dueña de su esencia. Acto enseguida por más raro que parezca aunque ella es rara de por sí pero a mucha honra, no le gustaba lo común lo raro era mucho mejor. Empezó a aullarle a la luna, como si fuera un gran lobo plateado.
-es oficial ya estoy loca completamente, no habrá un manicomio por ahí cerca donde intérname, tal me venga a buscar quien sabe. Pero es mejor estar loco que cuerdo- bromeo consigo misma- claro esto es lo que le pasa a los escritores después de todo, admítamelos sin locura no se podría escribir grandes obras, porque hay que ser todo menos cuerdo para escribir una novelo eso es seguro, además prefiero ser así que normal sería todo tan aburrido- hablo con ella y con la las flores en especial su rosa blanca y luna bella, sabe que no recibirá respuesta alguna pero era bueno hablar con alguien sin importar su forma de vez en cuando.

Estaba loca y que. Además que es la vida sin un poco de locura no es vida. Y siguió aullándole sin importar que nadie la vea, solo disfrutando el momento.

caminaba suspirando... no prestaba atencion en nada, tanto asi que chocaba con arbol se le pusiera enfrente.....

-ow..- seguia caminando, el aire estaba fesco; la brisa nocturna era muy agradble, sin embargo no habia nada qeu le aniamse.... aun.....

Escuchaba un aullido, muy extraño de porsi.... ¿que seria eso?- se preguntaba.. -un perro??- se imaginab una camada de perros ambrientos y furiosos.... -que miedo...- ascelero levemente el paso, le asustan los caninos...... pues es asi como la castigaban....

-al pasar rapidamente mira ala chica... -eso...no es un perro...¿o si?-