++**Una Dulce Rosa**++

Se aburría y decidió pasear un rato. LLegó hasta la zona comercial y curioseó los distintos puestos y tiendas. Quizás encontrase algo interesante.

Allí estaba la floristeria. Recordó que en su anterior casa siempre había un enorme ramo iluminando con alegría el salón principal. Así que, por morriña más que nada, decidió comprarse uno igual para sentirse como en casa otra vez.

Entró en el establecimiento, fijándose en todas las plantas que allí habían. Realmente era todo muy bonito...

Se percató de que había alguien más, así que, educadamente saludó:

Buenos días...- intentó sonreír para luego continuar con su análisis mental de las flores del local; intentando recordar cuáles eran exactamente las de sus recuerdos.

Escuchó cómo le respondió al saludo. Era educada. Algo de agradecer, si señor.

-¿sueles venir por aquí?- se le escapó esa pregunta casi sin pensarla. Últimamente le pasaba eso a menudo...

Con miedo a parecer demasiado curiosa,añadió:

-Es que me preguntaba si entiendes de flores...

"Oh, Etna... cállate ya. la chiquilla querrá comprar y punto... con este afán de querer conocer gente te estás volviendo una entrometida..." se reprochó mentalmente.

Ah, muchas gracias... la verdad es que buscaba hacer un ramo para dar algo de vida a mi casa... por cierto: me llamo Etna, encantada.- medió sonrió a la kitty

Le estrechó la mano; respondiendo así a su saludo.

-Bonito nombre.-medio sonrió.

Luego, se atrevió a avanzar unos pasos hacia las plantas.

-Puf... hay tantas que me gustan... no creo que pueda llevármelas todas- rió para sí misma.

-Ajá...

Cerró los ojos y llenó sus pulmones de aquel aire impregnado por la fragancia de las flores.
Sonrió. Realmente era un olor muy dulce y agradable.

-Creo que comenzaré con esas de ahí...- dijo señalando a unas en concreto.

Luego, miró a Ichigo con curiosidad.

-¿y tú que has venido a buscar aquí?