Bienvenida a casa (privado/Yael)

por **Dafne** Jue 04 Jun 2009, 10:25 pm

El trayecto en moto hasta mi departamento se me hizo bastante corto, porque no había demasiado tráfico. Llevaba a Yael aferrada a mi espalda y, cada vez que tomábamos una curva, tenía miedo de que nos topásemos de frente con un coche y tuviésemos un accidente. Eso era muy extraño en mí, ya que yo solía ser la temeridad en persona, tanto en moto como en coche. Pero, de algún modo, llevar a aquella chica conmigo me hacía ser más sensata y sí... quizá un tanto protectora.

Llegamos al edificio de pisos cuando ya había oscurecido. Me apresuré a bajarme de la moto y abrir la puerta para que Yael pudiese entrar; quería ser amable con ella, era la primera vez que llegaba a aquel lugar que ahora sería su hogar y, de algún modo, necesitaba que se sintiese cómoda.

Subimos en ascensor hasta el piso número veintidós; la verdad es que se trataba de un edificio bastante alto, pero siempre me habían gustado así. Entramos en la casa y, mientras la cogía de la mano para enseñarle las habitaciones, me dirigí a ella con una sonrisa, dándome cuenta de que estaba batiendo mi record de sonrisas en un día:

-Ésta es tu nueva casa, Yael. Me gustaría que la considerases algo parecido a un hogar. Espero... espero que te guste...

Me tembló un poco la voz al decir esto, porque hacía años desde que no me preocupaba porque algo le gustase a alguien. La conduje al salón de estar, amplio y espacioso, y después hice que subiese las escaleras. Le enseñé mi habitación, con el baño anexo, para luego llevarla de nuevo al corredor y señalarle otra puerta.

-Mira, ésta es tu habitación. La he estado preparando, pero no la he decorado de una forma demasiado personal, porque no tenía ni idea de qué podría gustarte. Dentro de unos días, si quieres, podemos llamar a una pintora y pintar las paredes del color que te guste. Mañana, eso sí, iremos a comprar ropa... te he dejado un par de pijamas míos, pero como es natural tendrás que escoger lo que más te apetezca, porque de nuevo no sé qué es lo que quieres ponerte... Y bien, ¿qué te parece?

por **Yael** Vie 05 Jun 2009, 1:52 pm

*En la moto, Yael iba aferrada a la espalda de Dafne; el trayecto se les hiso corto pero a ella no le importó pues era lo que había dicho, ve que se detienen en una casa de bastantes pisos y desmonta de la moto. Ve que Dafne le abría la puerta y pasa adentro con tranquilidad y con el paso calmado, ve que entran en un lugar y entonces nota cómo suben; ni se asustó cuando el ascensor empezaba a subir. Cuando llegaron al destino, ambas salieron de ese ascensor y entraron en la pieza. Yael observó todo y se deja guiar por su dueña por toda la casa, escucha lo que dice y asiente

-De seguro que me gustará, cualquier cosa es mejor que estar en Neko Maiden encerrada cómo un animal *Dijo sinceramente y fueron ambas al salón, lo mira detenidamente y entonces es guiada escaleras arriba hasta que le muestra dónde esta su habitación; escuchó lo que le decía Dafne y la mira de reojo con esos ojos rojos

-La decoración es lo de menos, a mi me gusta así *Le dijo mirándola, miró la habitación y vuelve a mirarla solo haciendo un movimiento de ojos manteniendo la cabeza alta y sin moverla para nada

-No hará falta llamar a una pintora a que venga a pintar las paredes de mi habitación, así estan bien y cómo gustes; mañana iremos de compras y gracias por los pijamas *Dijo y entra en la habitación, deposita con cuidado a su peluche y mira los pijamas que había encima de la cama; ve uno que era de color más oscuro, más concretamente negro, y lo coge apartándo los demás pijamas

por **Dafne** Vie 05 Jun 2009, 2:23 pm

La escuché hablar y la seguí con la mirada mientras dejaba su pequeño tesoro sobre la cama. Me fijé en que cogía el pijama de color negro y empecé a pensar que quizá le gustase la ropa de aquel color; al día siguiente la llevaría a una tienda de una amiga mía donde tenían muchas prendas de tonos oscuros.

-Me alegro de que te guste, pero si quieres cambiar algo de sitio, lo pides y ya está. Ven, te enseñaré el resto de la casa.

Visitamos el otro cuarto de baño, la pequeña cocina y, finalmente, mi despacho. Abrí la puerta y dejé que entrase, aunque me costaba mucho mostrar esa habitación a otra persona. Era donde escribía mis poemas y novelas, además de donde guardaba todos los documentos y preparaba mi trabajo como sicaria. Esta segunda cosa era la más preocupante, ya que todavía no estaba segura de cómo hablar con la chica de ese trabajo como asesina y de como se tomaría que su ama tuviese semejante ocupación.

-Bien, Yael, ésta es la única habitación en la que no puedes entrar sin mi permiso. No voy a cerrarla con llave ni nada así, porque quiero confiar en ti, y espero poder continuar haciéndolo. Si algún día te pido que la limpies, es de vital importancia que no mires los papeles que hay sobre la mesa, y muchísimo menos que abras ese armario del fondo, ¿lo ves? Es una norma que no debe romperse bajo ningún concepto, salvo que yo te lo mande, claro.

Me preocupó haberla asustado y le sonreí de medio lado, mientras nos marchábamos del despacho.

-Dicho esto y mostrado ya mi pequeño hogar, me gustaría que me dijeses qué prefieres hacer ahora. La verdad es que te ofrezco unas posibilidades modestas, pero es lo que hay. Si quieres, puedes tomarte un baño, o, si lo prefieres, vamos a cenar ya directamente y te bañas después, o no te bañas... como tú prefieras. ¡Ah, y lo olvidaba! Espero que tengas alguna idea de cocina, porque lo que yo cocino creo que sólo es comestible para una mujer tan rara como yo... ¡soy un verdadero desastre!

por **Yael** Vie 05 Jun 2009, 6:41 pm

*Dejó que le enseñara el resto de la casa, iba escuchándola atentamente mientras que miraba todo lo que Dafne le mostraba; ve que abre una puerta y le permite entrar, ve que era un despacho y entonces escuchó lo que ella le dijo

-No se preocupe, no tocaré esta puerta para nada a menos que usted me lo ordene y tampoco hay por qué preocuparse por ello ya que no soy fisgona y respeto la intimidad de los demás *Le dijo mirándola de reojo mostrandose serena en todo momento y estando recta, ve que le sonrie y solo da una curvatura pequeña en el labio; se marchan del despacho y escucha lo que le dice a lo que le contesta:

-Tomaré una ducha antes de cenar, necesito bañarme en condiciones y bueno..no soy una gran cocinera pero se intentará hacer lo que se pueda aparte estoy para serviros, ama *Dijo con respeto mirándola directamente a los ojos, los ojos rojos de Yael se habíoan clabado en los de Dafne de un color salmón o algo paresido

(Tiene habla de Lucario, aparte de que es muy file cómo él)

por **Dafne** Vie 05 Jun 2009, 6:52 pm

Me gustó ver aquel amago de sonrisa en los labios de Yael; era la primera vez que tenía un gesto remotamente parecido a la alegría. Ya en la tienda me había parecido tan triste... aunque había atribuido esa tristeza al hecho de estar encerrada en una vitrina de cristal, pero quizá hubiese algo más... De todos modos, no era momento para preguntar sobre su pasado, así que la escuché hablar con atención mientras nuestras miradas se cruzaban.

-Muy bien, Yael. Aunque... ahora que lo pienso... es tu primer día aquí, y debes de llevar tiempo queriendo darte un buen baño. Una ducha es demasiado poco... te dejaré mi propio baño y podrás estar en la tina todo el tiempo que quieras.

Lo dije casi sin pensar, tomándola de la mano y llevándola hasta el baño de mi habitación, el cuarto más lujoso de toda la casa. La tina era muy grande; me arrodillé junto a ella y abrí los grifos, echando sales de baño y sacando bastantes productos de un armarito para que Yael escogiera lo que quisiese.

-Ve a buscar uno de los pijamas para ponerte después; yo iré llenando la tina. No tardes mucho, que se enfriará. Hoy no tendrás que cocinar, aún así, porque aún queda algo del pastel de carne que me ha regalado la vecina.

por **Yael** Mar 09 Jun 2009, 10:12 pm

*Yael observó lo que hacía Dafne y escuchaba lo que le decía ella, asentía a lo que ella le decía y escuchó lo último que le decía sobre los pijamas y la cocina; ella asiente y fue a buscar los pijamas, o al menos el que había elejido. Sale de ese cuarto de baño más lujoso que el del resto de la casa y entró en su habitación pasando por la habitación de la cual no le permitió entrar, ella acató esa norma y no la incumpliría así la maten; entra en su cuarto y toma el pijama negro, sale despues de la habitación y fue para el cuarto del baño dónde le esperaba Dafne

-Lamento la tardanza *Dijo disculpándose por la tardanza que había tenido momentos antes de volver, se había quedado mirándo el pijama ensimismada en sus propios pensamientos

por **Dafne** Mar 09 Jun 2009, 10:19 pm

Me dediqué a llenar la tina con esmero, teniendo cuidado de que estuviese en la temperatura precisa. Quería que Yael se sintiese cómoda y que gozase de aquel baño. Eso me sorprendía, pues yo no solía preocuparme de nadie, excepto de mí misma. Y, sin embargo, aquella linda gatita me inspiraba una suerte de ternura... me hacía sentirme preocupada por ella. Necesitaba que estuviese bien.

Fue entonces, cuando la vi entrar en el baño con el pijama, cuando comprendí que en mi interior Yael no era mi esclava, como mucho mi sirvienta... Porque se supone que de una esclava se dispone a voluntad, sin preocuparse por lo que siente, y Yael en efecto me preocupaba, más de lo que estaría dispuesta a reconocer.

-No te preocupes. Mira, te dejo sola... no quiero que mi presencia te incomode. Cuando termines, ven al salón; estaré allí.

Me marché del baño, dejando la puerta entreabierta.

-¡Ah, si necesitas algo! -Agregué desde el corredor-. ¡Llámame si necesitas algo!

por **Yael** Mar 16 Jun 2009, 11:24 am

*Yael la miró con ese semblante serio, escuchó lo que dijo y asintió mientras que la dejaba sola en el baño; se saca la camiseta negra que llevaba y la escuchó agregar lo último desde el corredor a lo que ella le respondió con un "deacuerdo" desde el baño, se terminó de desvestir y puso el colgante de sus padres sobre la ropa que se había quitado. Momentos más tarde, se metió en la tina cuando esta estaba lo suficientemente llena; el agua estaba tíbia y eso le gustaba, se metió del todo y se empieza a asear mientras que asomaba la cola por la superficie del agua mientras que se enjabonaba tanto el cuerpo cómo su cabello. Echó las orejas para los lados bajadas por el peso de la espuma y se siguió enjabonando

por **Dafne** Mar 16 Jun 2009, 4:13 pm

Llegué al salón dándome cuenta de que aquella frialdad que me caracterizaba se estaba haciendo añicos... no tenía claro por qué, pero Yael me ponían un poco nerviosa. Y no se trataba de una sensación desagradable, sino muy al contrario.

Me senté en el ancho sofá y tomé un libro, en el cual había guardado algunas notas referentes a mi próxima víctima, un encargo relativamente fácil. Me concentré en la lectura para distraerme, esperando a que Yael viniese al fin al salón.

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