Mansion de Tsubaki y Hana

((*reverencia* perdónnn por la demora T_T tuve algunos problemas con internet, pero ya volví! xD))

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Se quedó observando la gran mansión boquiabierta. Pestañeó varias veces incrédula sin poder creerse que a partir de aquel día viviría allí. Pero después de tantos años viviendo en aquel espacio reducido, le surgía cierta inseguridad ante aquella mansión.

-Hogar… -dijo casi en un suspiro

Entrando tras Tsubaki, volvió a quedarse paralizada ante lo que tenía frente sus ojos. Al ser kitty, su curiosidad también era patente y quería verlo todo. No se separaba de ella, pero al agarrar con más fuerza la mano de Tsubaki le intentaba hacer saber que estaba ansiosa por ver todo lo que allí había.

Hana asintió y empezó a curiosear por las estancias, viéndosela claramente alegre. Caminando por el pasillo observaba los cuadros y todo lo que allá encontraba a su paso, hasta llegar al enorme salón. En un suspiro de asombro se acercó a los sillones sentándose en ellos notando la comodidad.

-Podría dormir aquí mismo… -dijo para si

Lo observó todo cuidadosamente. Había cosas de valor y no se atrevía a acercarse demasiado, así que se deleitó con la vista. Después de quedar encantada con el salón, volvió sobre sus pasos por el pasillo y subió por las escaleras hasta el piso superior donde estaban las habitaciones.

Como a ella siempre le había gustado leer, muchas veces en algunos relatos leía que en los armarios de algunas habitaciones habían puertas que llevaban a la habitación que estaba justo al lado. Claro que eso pasaba antaño cuando las relaciones entre personas del mismo sexo eran tabú y las grandes nobles necesitaban de los “servicios” de sus sirvientas, y por eso crearon esas puertas en los armarios para que pudieran tener compañía nocturna sin que nadie más lo supiera.

-Ummm…

Ante ese pensamiento, observó una de las habitaciones.

-Pero Tsubaki vive sola… No creo que sea como las mansiones de antes.

Aunque la idea le divertía, se la sacó rápidamente de la cabeza y siguió curioseando las demás habitaciones.

-Me pregunto en cuál dormiré yo –dijo con cierta ilusión.

Eran todas tan hermosas… estaba deseando saber en cual de aquellas camas podría dormir.

Aquel delicioso aroma llegó hasta las habitaciones. ¿Cuánto tiempo haría que no comía algo verdaderamente sabroso? Husmeó un poco más esquivando la tentativa de ir a la cocina y salió al exterior viendo la piscina. Se arrodilló en el borde e este y miró su propio reflejo en el agua.

Tenía hambre y sus tripas se lo hacían notar, así que volvió a entrar y caminó hacia la cocina. O era muy difícil descubrir donde estaba, por su olfato no tuvo ningún problema. Al llegar, se asomó tras la puerta mirándola sin decir nada.

Se acercó un poco a ella observando los ingredientes.

-¿Puedo ayudar en algo?

Dijo que no quería que fuera su sirvienta, pero tampoco quería estar sin hacer nada mientras Tsubaki trabajaba.

-Hai!

Se dispuso a ello de inmediato. Puso la mesa con sumo cuidado ante aquella vajilla tan preciosa, colocando la cubertería y todo lo demás en su justo lugar, dejando la mesa bien linda.
Al terminar, volvió a asomarse a la cocina.

-Ya está lista

La fue ayudando en todo lo que pudo hasta quedar toda la comida servida. Al sentarse, observó el humo saliendo de la comida y sopló ligeramente para ir enfriándola.

-Huele delicioso~ -dijo al soplar y venirle aquel apetitoso olor

Juntó ambas manos cerrando los ojos a la par que decía “Itadakimasu”, deseando catar la comida.