Yoko~comer helado

Ya habíamos llegado y aquella chica muy entretenida me ofrecía muy cordialmente que eligiera lo que quisiese
la a una mesa invitandola a sentarse
y dime
-¿Qué deseas pedir?, podriamos pedir un acopa grande y comerla entre las dos... es buena idea no?- le sonreí un poco tratando de olvidar lo que amis ojos respectaba

Me rasqué la nuca aparentando estar indecisa pero por supuesto ya sabía la respuesta.

-Estoy de acuerdo, aunque si te distraes un momento y al mirar de nuevo no hay helado alguno no me hago responsable- sonreí divertida. Hacía mucho tiempo que no pasaba un rato agradable con otra persona, mi trabajo me lo impedía ya que no era precisamente un trabajo en el que puedes entablar conversación con la persona a la que vas a ...

Corría una brisa bastante agradable, observé a Sho unos instantes, realmente era una chica digna de mirar, su pelo azabache, su figura, sus ojos, bastante curiosos la verdad pero sobre todo, su mirada no existe dato más revelador de una persona que la mirada de ésta, eso sí hay que saber distinguir pues aunque unos ojos reflejen ira no significa que su mirada también, son dos cosas totalmente distintas.

Llegó la camarera a tomarnos el pedido así que le respondí amablemente.

-Buenas tardes, nos podría traer una copa grande de ¿fresa, chocolate y limón?- miré a Sho -¿Qué te parece? ¿algún sabor más?

-No, eso es perfecto...puede ponerle algunas fresas?- pedí

Me encantaba la manera que tenía aquella chica de miarrme aunque se me hacía raro que me mirase tan seguido, en realidad creo que no estaba acostumbrada a sentirme de esa forma

tintinee mis orejas por un segundo sintiendo la brisa que corría, y me erize arquendo un pco la espalda y arreglando mi cabello de una manera bastante felina

Me pregunté por un segundo mientras nos traian el helado si a esta chica tan especial no le molestaría el echo de que yo fuera una neko

-Son deliciosas, las fresas no? se pueden compartir- la miré algo picará
-sobretodo si estan bañadas en chocolate-

El comentario de Sho hizo que me mordiese el labio inferior, fresas bañadas en chocolate... la cantidad de cosas que se pueden hacer con una simple fruta. Cubrí parte de mi rostro con la mano derecha ocultando el sonrojo que se había formado debido a mis pensamientos.

-O con nata- puntualicé -Las fresas estan realmente ricas con cualquier cosa y sobre cualquier cosa...- dejé caer esto último como si no hubiese dicho nada. Me recosté sobre la silla acomodándome un poco más.

-Hoy hace bastante calor...- miré directamente al sol con mi mano haciendo de visera. Busqué en mi bolsillo de mi pantalón la caja de tabaco para dejarla sobre la mesa ya que me estaba incomodando.

Por fin llegó la camarera con la copa era realmente grande, tenía un aspecto delicioso, tras darle las gracias a la camarera me dirigí a Sho.

-Al ataque, que sino se derrite- tomé un poco de helado de limón llevándomelo a la boca, se me erizaron los pelos de la nuca -Mmmm... delicioso- comenté aún con la cuchara en mi boca, pero el helado ya no estaba.

-Pones una cara muy bonita cuando te sonrojas-dije sin pensar en la reacción de la chica

Sonreí un poco picará sin hacerlo notar al momento que atacó con su comentario sin mascullar en nada, era una chica realmente ionteresante de conocer

-Soy un ser de ambiente calido... por que dentro soy...-reparé en esa frase antes de decirla y seguí con otra como si nunca hubiese dicho nada;Noté cuando sacó de su bolsillo un acaja de cigarrillos no tenía nada contra la gente que fumaba pero creo que no lo hacía y yo a mi parecer intente y pude dejarlo hace bastante tiempo...

tomé un poco de helado de chocolate y al meterlo en mi boca saboree con un agrado el dulce abor invadiendome -oishii, esta delicioso-me referí hacia ella

Tome con mis manos una fresa y tomando un poco de helado de chocolate con ella me la puse en la boca dandole un pequeño mordisco mientras le ofrecía una ala chica que tenía en frente

-Yoko-san quiere una?-

Observé como Sho se comía el helado aún con la cuchara en la boca, la vi coger una fresa la cual untó de chocolate, no era una mala idea.

-Por supuesto- respondí a su ofrecimiento tomando la fresa que me ofrecía entre mis labios para luego morderla, pasando la lengua por mis labios para limpiarme el helado.

-Están deliciosas pero...- una idea comenzó a rondar mi cabeza, ¿por qué no? -Conozco una forma mejor de comer una fresa- no sé si era por mi falta de vergüenza o desconocimiento del concepto de espacio vital, pero no dude un instante. Tomé una de las fresas con mi mano, colocándola en su boca, me acerqué hasta su rostro mordiendo el otro lado de la fruta quedando nuestros labios a escasos milímetros de distancia. Sonreí satisfecha, recostándome una vez más en el respaldar de la silla, tomando otra cucharada mientras mi mente divagaba por distintos recuerdos.

-Sho, una pregunta, ¿tus sentidos están más desarrollados que los de un humano?- pregunté curiosa tomando otra cucharada más de helado.

Me sorprendió su acto no por el echo de lo que hizo si no por que tuvo la misma idea que yo, la diferencia fue que ella si la realizo.

no me molestó para nada y al contrario sonreí levemente depsues de lo que hizo saboreandome el dulce aroma de su boca a limón y fresas que quedó al separarse ella a milimetros de mis labios

Metí un poco de helado de limon acidificando y disfrutando su sabor en mi boca,mientras escucho una peculiar pregunta de parte de yoko

-Eso creo...¿Por que lo preguntas?-la miré ocn curiosidad, me llamo la atención su pregunta nadie me la había echo antes

Me resultó extraño que mencionase que nadie le había preguntado eso antes, quizás mi trabajo debido a que mi trabajo consistía en eso, pues o pones los cinco sentidos en él, o puedes acabar en el hoyo.

-No lo sé, mera curiosidad- ladeé la cabeza -Creo que al ver tus lindas orejitas me surgió esa pregunta- la copa sin duda era bastante grande pues aún quedaba bastante helado en ella, tomando una cucharada más de éste sin dejar de mirarla. No pude evitar llevar una de mis manos a su orejita acariciándola con suavidad, quería saber que tacto tenía. Pero casi inmediatamente aparté la mano dándome cuenta de que invadía su espacio.

-Tienes un pelo envidiable- sonreí -Y bueno, ¿Qué te gusta hacer? aparte de comer helado- solté una pequeña carcajada riéndome de mi propia broma, sin sentido alguno.

-Lindas?, no creo que tanto así- las baje un poco
-Demo...-Me sorprendió un poco su caricia y automaticamente me fui hacia atrás, no por molestia fue nada más una impresión note que quizá penso que me invadio ypara demostrarle que no fue así ronronee sin poder evitarlo

-Te gusta de verdad mi cabello; es bastante largo- lo puse sobre mi espalda
Reí al escuchar su pregunta y saber que entendía que me encantaba el helado

-En realidad mientras pase un rato agradable con quien quiero oaprecio me da lo mismo que hacer-me meti otra cucharada de helado ala boca mientras veía ocmo de apoco este se derretía

Su ronroneo sonó muy dulce a mis oídos, mucho más dulce incluso que aquel helado del que estábamos disfrutando, helado que miraba con cierto despecho, pues no me apetecía ni una cucharada más. Tomé la caja de tabaco, sacando de ésta un cigarrillo, al encontrarnos en un espacio abierto no pensé que causase problema alguno, sin embargo...

-Espero que no te importe- dije señalando al cigarro que ahora tenía en la mano, más bien fue un acto de cortesía pues acto seguido lo encendí, aspirando su adictivo humo del que no lograba separarme por mucho que lo intentaba a pesar que no fumaba mas que uno o dos al día.

-Sin duda alguna eres extraordinaria Sho- sonreí -Tiene que haber algo que te motive, algo, que te llene- quizás no era que no supiera que decir, sino que no quería decirlo, quizás si le decía algo yo primero...

-A mí por ejemplo me gusta mucho hacer ejercicio, me relaja y me ayuda a distraerme del trabajo- comenté sin pensar en las repercusiones que podía acarrear haber hablado sobre que trabajaba, pues no era agradable tener que decir a una chica que acabas de conocer que has matado a algunas personas y torturado a otras. Sin duda alguna no era la mejor carta de presentación para una conversación civilizada.

Tomé una de las pocas fresas que quedaban llevándomela a la boca, saboreando el contraste del dulzor de ésta con el sabor a tabaco, una combinación extraña sin duda alguna.

-Puedes comerte lo que queda si quieres, tampoco soy muy golosa...-sonreí -... en cuanto a los dulces claro- dije pícara dando otra calada al cancer en forma de tubo.

termine lo que quedaba del helado que bastante no era y seguí muy interesada en la conversación.

-Que gusto que te interese hacer ejercicio es bueno para tu salud- le sonreí amablemente
Me acerque un poco hacia a ella juntando casi juntando nuestros labios y suspire muy cerca de los de ella sintiendo como su aroma entre tabaco y fresa se juntaba con el muy dulce de la mía

Me reí un poco pícara mente y me senté antes de hacer algo de lo que quizá seria molesto para ella...

Calme la infinidad de pensamientos picaros que corrieron por mi mente al tener tan cerca sus labios.

-¿Pagamos?- dije cambiando un poco el tema mientras me reía con un leve sonrojo en el rostro gracias a mis pensamientos

Me tomó por sorpresa aquel acercamiento por parte de la neko, pero no retrocedí ni un milímetro, es más me agradaba aquella cercanía.

-Eres mi invitada así que pago yo- dije sonriente tomando su barbilla con una de mis manos, acortando la distancia que ella no se atrevió a cruzar para finalmente besar sus dulces labios. Pude notar el sabor del helado en sus labios, me separé lentamente de ella acariciando su rostro. Llamé a la camarera con la mano indicando que nos trajese la cuenta, casi inmediatamente vino con el ticket

-Muchas gracias aquí tiene, déjelo como está- le indiqué pagando más, pues quería dejar una buena propina. Tomé de la mano a Sho ayudándola a levantarse.

-Y bien, ¿a dónde te apetece ir?- le pregunté sonriendo pícaramente.

al parecer mi manera de pensar lo hice ala lijera no me gusta portarme a si pero si ocupo mi "habilidad especial" con otras personas es como si invadiera su espacio.
Sentí sus cálidos labios sobre los míos en una mezcla de sabores que me fue bastante agradable; se sentó como si nada y llamo a la camarera por al cuenta.

Ya pagada la cuenta me preguto donde me apetecía ir , pensé por un segundo y respondí instantaneamente
-Donde usted lo desee, yo voy con gusto... ademas yo te mostre la heladería te toca elegir a ti- le sonreí evitando pensar en aquella mirada picara y sonriente que llevaba para no malinterpretarlo y sonrojarme

Me levanté de la silla tendiéndole a Sho la mano para ayudarla a levantarse. Algo pensativa, con el cigarro aún en la boca pensé las distintas posibilidades que ofrecía la ciudad. Era demasiado temprano para ir de fiesta, tampoco sabía si esos ambientes le agradaban. El cine, demasiado tiempo en silencio, aunque no me desagradaba la idea de sentarme a su lado, arropadas por la oscuridad de la sala... mejor desechaba esa idea, era demasiado tentadora. ¿Y si...?

-¿Qué te parecería dar una vuelta por el parque de atracciones?- ofrecía múltiples posibilidades, la noria, la montaña rusa y mi favorita, la casa del terror. Caminaba a su lado, mirándola con curiosidad, era extraño en mí comportarme de aquella manera.

Justo cuando pensaba en aquello mi teléfono móvil sonó, esa no era muy buena señal.

- Discúlpame un momento hime-sama- repuse apartándome un poco pues sabia que esa conversación no iba a ser agradable.

-No... no... si...- suspiré -Estoy de vacaciones... tsk... un mes... esta bien- molesta colgué el teléfono, no lo tiré al suelo, porque no tenía otro. Tomé aire antes de acercarme de nuevo a Sho pues no quería molestarla, hasta ahora habíamos pasado una tarde muy agradable y quería que siguiera así.

-Lo siento, no volverán a interrumpirnos- dicho ésto apagué el móvil -¿Vamos?

-Sí, de todas maneras ¡Me encantaría!-le sonreí calidamente
No era de hablar demasiado pero era bastante amistosa

Me pareció extraña su conversación pero de todos modos no quise preguntar a que se debía su cambio gestual, quizá solo no quiso que escuchara algo molesto para ella, me encogí de hombros y respondía su pregunta

-No te preocupes, claro vamos- la seguí tomandola de la mano

Aún algo molesta por aquella llamada telefónica seguí caminado de la mano junto a Sho, ¿por qué tenían que molestar siempre en el momento menos indicado?, sin duda alguna, a estas alturas me arrepentía de haberme unido a esa organización, sabía que algún día tendría que pagar por todo lo que había hecho. Sólo existía un caso del que no me arrepentía, mas bien me regocijaba de ello.

-Sho ¿qué piensas de las normas?- una pregunta un tanto extraña eso sin duda, pero no me gustaban los silencios prolongados a menos que fuese necesario.

-Que a menos que sea para alguien que amas y debas transgredirlas llegaría tan lejos com fuera, si no es asi simplemente me da igual, estas un poco molesta no?- dije relajada mente mientras caminaba junto a ella, no podía negarmelo yo desarrolle por tamto tiempo enlas calles un sexto sentido...

-Que opinas de nosotras las kittys sirvientas nee?- pregunté suavemente para ella solo para que ambas pudieramos oirnos

Fue una pregunta casual aunque sentí que algo dejo esa pregunta rondando en mi.

Tomé aire suspirando un poco antes de responder a su pregunta.

-Lo siento, no pretendía molestarte, esa llamada vino en el momento más inoportuno, se suponía que no me llamarían en un tiempo- suspiré- Bueno, que se le va a hacer, el trabajo manda... por desgracia no se puede vivir sin dinero- sonreí ahora más calmada.

Sin duda alguna la pregunta de la Kitty me cogió por sorpresa, pues hasta el momento no había pensado en ello fríamente.

-La única queja que tengo quizás, es que no me gusta nada como os tratan, en jaulas, sin duda alguna un comportamiento despreciable, he visto las tiendas y sólo me provocan asco, no por ustedes, sino por las personas que trabajan allí. Sois como cualquier otra persona es más, la única diferencia que hay entre los humanos y las kittys, son las orejas y la cola por lo demás somos iguales. Por lo tanto deberíamos tener los mismos derechos- tomé aire después de tan largo discurso.

Pensé durante unos instantes en lo que había dicho, ¿estaba juzgando lo que estaba bien de lo que no?, sin duda alguna no era la más indicada para ello pero aún así era firme en mi opinión.

-No te preocupes no es que me molestaras para nada, emm a donde ibamos?- pregunté en realidad llo había olvidado

en ese momento me surgió un recuerdo y simplemente pare su paso la mire fijo ala vista y bese sus labios nuevamente, había algo hipnotizante en aquella chica y quizá yo deseaba saber que era lo que hacía que asi, conociendola recien me atrajese a conocerla más.

me separé y miré fijo tornando mis ojos a un rosa suave.
suspiré y dije suave -uff!... amm sigamos- un poco con tono nervioso
lo había echo pero quizá cogi a yoko por sorpresa.

Me quedé un tanto atónita ante el beso de Sho simplemente no sabía como reaccionar pues me había cogido totalmente por sorpresa. Me quedé quieta unos instantes con la mente en blanco, y con una ceja levantada.

-Esto... si sigamos- no pude evitar sonreír al ver como sus ojos se tornaban en un rosa pálido realmente lindo, que realzaba su perlada piel y contrastaba perfectamente con su cabello azabache. La miré atontada durante unos instantes, ¿pero que tenía esa chica?, sin duda era algo que no sabría de inmediato pero que me gustaría saberlo.

Di un paso al frente como una autómata para seguir con el camino, tomé aire soltando un leve suspiro mirando de reojo a la neko que caminaba a mi lado. El sol de la tarde comenzaba a descender lentamente, haciendo que se levantase una leve brisa totalmente refrescante. Me encantaba aquel momento de la tarde, horas antes del atardecer cuando el ambiente comienza a refrescar.

-Creo que nos pilla un poco lejos andando, ¿qué te parece si vamos en coche?- saqué las llaves de mi bolsillo -No está muy lejos, lo dejé en un parking cercano...- paré en seco mis pasos rascándome la nuca durante un instante -Creo que no se donde está mi coche... tsk..

-Como no vas a saberlo?- reí curiosa al escucharla decir eso en relaidad me pareció bastante gracioso.

Volvi a mi color natural de ojos y me paré esperando a que pensara sintiendo un escalofrio recorrer mi cuerpo por un segundo, arqueando un poco mi espalda.

Pensaba entre mi que su reacción fue justo como lo sentí la habia sorprendido aunque no me molestaba saber lo que sentian los demas aveces me dejaba muy poco a imaginar y no le ponía atencion siguiendo mas a mi instinto que ami razón.
-Por donde lo dejo?, talvez puedo ayudarte- le sonreí

Me quedé pensativa durante unos instantes, porque siempre me pasaban estas cosas en los momentos mas inoportunos. Mientras que en el trabajo, también era cierto que un solo fallo podía costarme la vida.

-No era muy lejos de aquí- intentaba hacer memoria pero no entendía el por qué mi mente estaba casi en blanco -Creo que había una especie de estatua... una fuente quizás... tsk...- vi un banco cercano en el que decidí sentarme para poder pensar mejor.

-No entiendo porque no consigo acordarme...- suspiré mirando a sho con cierto cansancio por mi comportamiento -Perdoname Sho, últimamente me esta pasando esto con frecuencia... no lo entiendo- hice un último esfuerzo por recordar el lugar.
Cerrando los ojos seguí hablando intentando recrear el recorrido que hice para llegar hasta allí -Sabes de algún sitio... es como, un parque con algunas flores de un tono rosado, una fuente un tanto extraña... lo siento, no me acuerdo de nada más- debía parecer idiota, no recordaba ni donde había aparcado mi propio coche. Llevándome ambas manos a la cabeza y con la mirada fija en el suelo me recosté sobre aquella fría madera.

-umm...-titubeé por un momento, al ver su accción me acerqué lentamente hacia ella y me agaché sentandome comodamente en el suelo de forma felina y levantandole unpoco del menton deje nuestros rostros a centímetros uno de otro.

-No te pasara algo grave...?- pregunté suave gracias a la cercanía que ahora nos separaba, intentaba recordar; sabía de un lugar asi pero no lograba recordarlo del todo...

-Me parece haber visto un lugar así- lo decía enserio andando tantos días en las calles uno conocía muchos lugares...
Si no me equivoco es cerca, pensé... y dejando pasar un momento le dijé

-Creo que ya sé por donde es- levantandome le estire la mano para ayudarla a salir de aquella confusión en la que había entrado
-Vienes?- pregunte tomandola y leantandola abrazandola por la cintura; le susurré al oído:
- no tienes por que pedirme perdón- la miré y medispuse a esperar su respuesta

Se encontraba cerca, quizás demasiado, pero su presencia no me molestaba, me tranquilizaba la profundidad de sus ojos, su mirada pura y sincera sin duda podría reconfortar hasta el alma más perturbada. Es cierto que los ojos son los espejos del alma.

-No creo, simplemente debo tomar más vitaminas y menos comida rápida- respondí casi de inmediata intentando restarle importancia al hecho aunque en si me resultaba bastante extraño.

Respondí a su abrazo agradeciendo su gesto, y dándole un beso en la frente. Me separé un poco de ella, con el dorso de la mano acaricié su mejilla lentamente, una sonrisa sutil se formó en mis labios desvaneciéndose casi al instante pues no era muy dada con esas cosas.

-Esta bien, vamos entonces...- la solté para que pudiésemos seguir caminando -Tu guías entonces-

Comenzamos a caminar de nuevo, por supuesto siguiendola siempre mientras observaba las llaves que ahora tenía en mi mano. Poco a poco iba reconociendo el lugar por el que estábamos caminando al parecer un paraje algo desolado pues el nivel de personas por aquellas calles era casi nulo.

-No creo que falte mucho, este sitio me resulta familiar- puntualicé -eres una guía perfecta

caminamos muy poco rato,al darme cuenta ya estabamos en aquel lugar... Si yo tenia razón era muy familia; las calles cada vez se volvían mas solas y caía una noche bastante bonita pero no me preocupaba aquel lugar .Si algo aprendí cuando estuve en las calles es que hay lugares tranquilos en lo que por mas solos que esten es seguro quedarse como este.

-Mira allí delante, esta aquella fuente que me describiste- me detuve observandola-Te parece conocida?...- la miré esperando respuesta mientras poco a poco nos acercabamos más y mas hata que nos sentamos en una de as bancas sin decir nada mirando el cielo.

-Ah! buscabamos tu auto- dije percatandome auq ambas habíamos caído en ese somniferante cielo, me levante entusiasta, pero no demasiado.
-es aqui?-insite