¿Existe que alguien que pueda soportarme? [Libre]

Otro día más en aquella estúpida jaula de cristal, me era imposible estar cómoda en aquel lugar pues a pesar de ser de gran tamaño, era imposible estar en otra postura que no fuese sentada. Aquello estaba comenzando a frustrarme de sobremanera, intenté moverme pero no conseguí otro resultado que una regañina por parte del dependiente.

-¡Odio este sitio!- gruñí enfadada, mientras me acurrucaba una vez más sobre la pared transparente de aquel cubículo. -Estaba mejor en la calle pasando hambre- bufé.

Distraída saqué mi collar del bolsillo, jugando con él entre mis manos, mirándolo distraída, sin percatarme de aquello que sucedía a mi alrededor. Ese era uno de los pocos instantes en los que estaba calmada, tanto incluso que comencé a tararear un fragmento de una nana que recordaba vagamente:

- Duérmete ogro, duérmete ya,
Que las hadas y sirenas no volverán.
Duérmete ogro, duérmete ya,
Que las brujas y los duendes te arrullarán...-