Despertando después de un largo tiempo... [libre]

Al ver a la enfermera las orejas de Bianca bajaron de inmediato, era "su" enfermera, la que estaba a cargo de ella y a la que no le gustaba perder el tiempo con una kitty son dueña y la cual no pagaría su estadía en el hospital.

-Te estan esperándo para hacerte esas pruebas...- Le dijo secamente a Karen para luego mirar con enfado a Bianca la cual ni siquiera la miraba.- Y tu... deberías quedarte quieta, mira nada más...hablaré con la doctora para que te mantengan sedada y no me des más problemas!

Ante esa amenaza la kitty sólo miró a Karen, pero en vez de reflejar miedo o tristeza, los ojos de Bianca expresaban algo de rabia y altanería, no tenía tanto miedo a la enfermera es sólo que no estaba en condiciones de pelear o discutir con ella. La gatita mostraba ser astuta.

Cuando la enfermera miraba a Karen a la espera que la chica saliera de la habitación Bianca miró a la chica violeta con una sonrisa modulándo un "Gracias" con sus labios.

-Ella no es una paciente.... es sólo algo que hay que reparar.

Dijo de forma despiadada la enfermera. Este comentario su que le hirió a Bianca haciéndo que se esfumara toda sonrisa de su rostro. Cómo odiaba que las humanas le recordaran que no era más que un utensilio de uso doméstico.

No quiso mirar por última vez a karen y esperaba que esa linda chica no hubiera escuchado lo que la enfermera había dicho. No quería causarle más malos ratos a ella.

"Por lo menos tengo la esperánza de volverla a ver" Pensó esbozando una leve sonrisa.

Al escuchar que karen volvía y qeu estaba discutiéndo fieramente con la enfermera la gata las miró sorprendida y algo nerviosa al no poder hacer más que mirar.

La enfermera estaba hecha una furia, pero no podía decirle nada grocero a una paciente como ella, pero le dirigía furiosas miradas a la kitty que no había abierto la boca en un buen rato.

-No me amenaze, señorita.- Le advirtió tratándo de guiarla hacia la salida.- Ahora...la están esperándo para sus pruebas y su madre ha estado llamándo para preguntar porqué de la demora.- Le dijo ya más tranquila y lo de su madre no era broma, la señora había llamado varias veces a las enfermeras preguntándo el porqué de tanta tardanza en un exámen tan sencillo.

Bianca sólo las miraba en silencio.

La enfermera, al notar que la chica iba en serio, prefirió quedarse callada. No iba a hacerla enfadar más, después traería problemas.

Bianca la miraba atónita, pero la hacía sentir bien que alguien mostrara ese interés por ella. Y le sonrió, pero se armaría parda si permitía que continuara.

- No se preocupe, señorita...- Le trató con extrema formalidad.- La enfermera me tratará bien.- Agregó con una dulce sonrisa, era una exelente mentirosa.

- Como guste....- Contestó la enfermera dándo un derrotado suspiro, pero mirándola sorprendida ante la petición de Karen sobre el transplante.- Si quiere hacer eso necesitaremos hacer algunas pruebas para ver si las fuentes son compatible...pero.- Volvió a mirar a Bianca.- Esta es una kitty aparentemente sin dueña, eso quiere decir que usted va a correr con todos los gastos...además una vez que esté recuperada volverá a la tienda para volver a ponerla en venta...

La enfermera ya no se veía molesta, más bien comenzó a comportarse de forma más profecional. Hablando de forma seria. Por otra parte Bianca, al escuchar que volvería a ser puesta en venta puso una expresión triste y distante. No quería ser puesta en esa horrible tienda nuevamente, no una tercera vez...

La enfermera nomaba notas rápidamente, sólo un recordatorio para los exámenes y a quienes iban dirigidos. La miró cuando dijo lo de quedarse a la kitty.

-Te quieres quedar con ella?...- Alzó una ceja volviéndose a mirar a Bianca.- No es algo que se haga por caridad, estas cosas son como electrodomésticos... si quieres llevarte a uno tienes que comprarlo.- Comentó sin ánimos de ofender, pero para ella las kitty no era más que eso, electrodomésticos biológicos.

Por otro lado Bianca miraba todo con grandes ojos asombrados, ¿en verdad Karen pensaba llevarsela? Sonrió levemente ante esta idea, la chica se veía buena y simpática. Le agradaba la idea de que fuera ella quien la sacara de allí.

- Claro que es extraño....no a todos les gusta tener algo de segunda mano...- Contestó como si nada.- Además esta kitty ha estado meses hospitalizada, si bien estuvo muy delicada, su dueña no dio luces...y aun no se sabe si en verdad tiene dueña, si la abandonaron o si escapó.- La enfermera estaba siendo objetiva con la situación, pero sin desagrado, hablaba como hablaría de cualquier objeto perdido.- Ahora si quiere hacerse cargo de esta Kitty puede hacerlo, sólo tiene que firmar los documentos que declara que se hará cargo...y, si por algún milagro aparece la dueña se le hará saber que usted se la llevó.

Bianca seguía escuchándo atenta, sólo moviendo sus orejas de vez en vez. En verdad que Karen iba en serio con eso de llevarsela a casa... Sonrió débilmente ante esa idea.

-Si es lo que usted quiere....- Comentó la enfermera mirándola con paciencia.- Vamos a hacerle las pruebas a las que vino y, después, la llevaré a que firme los documentos...ahora, por favor, sígame.

La enfermera salió de la sala aguardándo a la chica en la puerta. Bianca seguía mirándo a Karen totalmente incrédula por lo que había visto sin saber que decirle a tan amable chica.

Bianca se había quedado en la habitación vacía aun estaba tratándo de asimilar lo que había ocurrido hace un rato. En cuanto se recuperara se iría con Karen.

-Parece buena chica...

Se dijo dándo un suspiro y recostándose en la cama sintiéndose cansada.

Qué raro era el destino de las kittys, en cuanto crees que tendrás una ama todo cambia y terminas en manos de quien menos te lo esperas. Bianca creyó que había sido comprada por una ama buena y dulce, pero a los meses y la adicción por las apuestas de su ama terminó abandonada en el parque sin saber dónde estaba, que hacer ni dónde ir....Volvió a la tienda gracias a la ayuda de una tierna ancianita. Después conoció a Venus, una mujer muy inetersante la cual se llevó a la kitty, epro el destino escribiría una historia muy diferente para este par y tras el desafortunado incidente Bianca llegó al hospital y ahora pasaba a manos de Karen, una alegre niña cantante.

-Espero que esta vez no pase nada malo...

Murmuró acurrucándose y bajándo las orejitas hasta que estas se confundieron con su negro cabello. No quería que una de sus amas saliera lastimada... no quería volver a sufrir la incertidumbre de no saber que iba a ser de ella.

Pensando esto se durmió

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