Por fin en casa -Privado-

A través del humo miró con las cejas fruncidas a la gatita. Siempre sacaba las cosas de quicio, una y otra vez. Era lo suficientemente paciente como para resistirlo, pero deberás, en ocasiones creía no entenderla. O quizá fuera ella la extraña.

—Vamos, nadie te va a reemplazar en nada, ni te echaré —apagó el cigarrillo— Simplemente necesitaré más ayuda con la casa y el trabajo. Compréndelo.

Se cubrió la cintura con la sábana y se tumbó en la cama, colocando el antebrazo sobre sus ojos. Bostezó ligeramente.

La abrazó con un brazo y suspiró profundamente. Quizá no debiera haberse relacionado de esa manera con ella desde el principio, aunque no se arrepentía del todo. Deslizó los dedos en su espalda distraída y asintió tuemente.

—Si, claro, claro —dijo cerrando los ojos. Estaba cansada— Será mejor que descansemos.

Dicho aquello trató de dejar la mente en blanco. No le vendría mal aquel descanso después de aquel reñido día, en su cama, que era la mejor del mundo.

Dejó que la gatita se acomodara sobre ella y recibió el beso de buenas noches de buena gana. No tardó en dormirse y aquella noche descansó como una niña, todo del tirón. Cuando abrió los ojos la luz del amanecer se filtraba a través de la ventana. Se incorporó sin despertar a la pequeña y se encaminó a la ducha desprendiéndose de la ropa por el camino y cogiendo un albornoz de color rojizo.

El agua fría siempre le encantaba por las mañanas. Apoyó la frente en la pared y dejó que cayera por su espalda.

Terminó de ducharse y se vistió adecuadamente para el trabajo. Preparó el maletín con escrupulosidad médica y se lo echó a la espalda dirigiéndose a la cocina. Cogió una de las tostadas y la mordió, dejándola allí en su boca. Depositó sobre el mármol la cartera y apuró el café en varios tragos junto con la tostada. Miró el reloj de muñeca, demasiado justa, había dormido de más y no quería llegar tarde. Dejó la taza en la mesa y se acercó a su gatita, la tomó por la barbilla y besó su mejilla.

—¿Podrías hacer las compras tú hoy? Tengo mucho trabajo —señaló mientras cogía sus cosas y las llave del coche y se dirigía hacia la salida.